OPINIóN
Niños y piscinas

Verano en pandemia y oídos en riesgo

El contacto frecuente con el agua y permanecer mucho tiempo con la cabeza sumergida facilitan la aparición de Otitis Externa que si bien no es grave es molestar y dolorosa.

Afecciones en el oído 20200624
Otitis y otras afecciones. | Agencia Shutterstock

Junto con las altas temperaturas, comienza el período de cambio de rutina y los más pequeños, piden armar las piletas o llenarlas. Esto, además de mantenerlos entretenidos es bueno para que estén en movimiento con una buena actividad física. Pero, por otra parte, el ingreso a las piscinas que puede traer algunas complicaciones, como la Otitis del Nadador.

En pandemia, las vacaciones se verán modificadas en muchas familias, y las piscinas servirán para poder, además de refrescarse, realizar prácticas natatorias.

El contacto frecuente con el agua, y los niños que se sumergen permanentemente estando mucho tiempo mucho tiempo debajo del agua, facilita la aparición de Otitis Externa.

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Recordemos las regiones anatómicas del oído: el sonido ingresa desde el exterior pasando por el pabellón auricular, atraviesa luego  el Conducto Auditivo Externo, llega a la membrana timpánica, la cual vibra ante los sonidos (Oído Medio) y luego pasa al Oído Interno para que posteriormente en el cerebro esas señales bioeléctricas lleguen y puedan ser percibidas.

En la Otitis Externa, que es muy molesta, se ve afectado el Conducto Auditivo Externo y, si bien no es una patología grave, ocupa entre el 15 y el 20 % de las consultas médica en esta época.

 

¿Cuáles son los síntomas/sígnos más característicos?

  • Malestar e incordio que produce en quien padece
  • Llanto
  • Enrojecimiento de la piel que recubre el CAE -Conducto Auditivo Externo-, que se conoce con el nombre de eritema
  • Picor, el paciente necesita calmar de alguna manera esa molestia y en algunas oportunidades tiende a introducir algún elemento para calmarla, lo que es desanconsejable ya que podría empeorar el cuadro y causar otras complicaciones mayores
  • Sordera, dando sensación de ocupación o sensación de plenitud en ese oído.

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En algunas oportunidades el malestar se convierte en dolor, y muchas veces se indica de manera precisa el lugar, y en otras produce una neuralgia, o sea un dolor generalizado que se puede extender hasta el cuello del lado del oído afectado, además puede estar acompañado por fiebre y por secreciones delgadas provenientes del conducto.

Ante este cuadro se recomienda la visita al médico y muchas veces el otorrinolaringólogo quien luego de mirar con el otomicroscopio  debe aspirar alguna secreción, o realizar algún procedimiento para dilatar el conducto, indicar tratamiento local con gotas, antitérmicos, corticoides orales o antibióticos en caso de necesidad y, en ocasiones, también pueden recurrir a la Maniobra de Bachert, que consiste en apretar o presionar el trago del pabellón auriculares. Lo importante es que el médico, durante el examen también revise la cadena ganglionar, ya que los mismos pueden estar aumentados.

Se recomienda cumplir con el tratamiento médico, evitar sumergir la cabeza en el agua durante aproximadamente 7 días y el alta debe ser dada post controles médicos.

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Recordar que al salir de la piscina, no hay que usar cotonete y sí secar  bien el conducto auditivo externo, con el secador de pelo y colocar algunas gotas acidificantes para prevenir el cuadro tan molesto en esta época de tanto calor, como gotas de alcohol boricado o alcohol isopropílico /vinagre, para poder disfrutar más del verano, en especial de este momento tan particular.

 

*  Otorrinolarinólaringologa – Experta en Olfato – Alergista. Expresidente de la Asociación ORL de la Ciudad de Buenos Aires. AOCBA. MN 81701.