OPINIóN
Virtualidad de los poderosos

Tres cumbres globales en menos de una semana

Diferentes países se convocaron para tratar temas mundiales como la pandemia y llegar a los más necesitados como así también la economía.

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G20. Alberto F. participó de la cumbre-web organizada por Arabia. | afp

Entre el 17 y el 22 de noviembre han tenido lugar tres cumbres globales realizadas en forma virtual: la de los BRICS (la sigla de los países que lo integran), la APEC y el G20. El primer grupo está integrado por las potencias emergentes: Brasil, India, Rusia, China y Sudáfrica. Las cuatro primeras la integran por su dimensión de potencia continental, mientras que Sudáfrica fue elegida en representación del continente africano. El término se origina en un informe de Goldman Sachs de hace dos décadas que planteaba que los cuatro primeros países hacia 2020 iban a estar entre las 10 primeras economías del mundo. El pronóstico se cumplió muy aceleradamente con China y luego con India; con altibajos en el caso de Brasil y con Rusia quedando más relegada en materia económica pero no en el plano estratégico

La primera Cumbre formal tuvo lugar en 2008. Una idea central que se planteó en esta última Cumbre fue la desdolarización de la economía global, es decir, un desafío abierto a la hegemonía del dólar estadounidense como moneda de cambio y reserva internacional. Cabe señalar que en este grupo se ve al bitcoin como instrumento para avanzar en este camino. China en 2021 comenzará a circular su bitcoin garantizado por el banco central del país, India va en ese camino, Brasil está dando los primeros pasos y Rusia un poco más atrás, aunque es impulsor de la idea por razones estratégicas. Este grupo de países está lejos del Acuerdo de París que busca avanzar en la regulación de la protección del medioambiente. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue quien más se ocupó del tema  en su exposición, cuestionando que países desarrollados que compran la materia prima producida sin cumplir normas para la protección del medioambiente, son las que al mismo tiempo exigen y cuestionan a los países en desarrollo, acusándolos del no cumplimiento de las normas. La idea de la defensa de la soberanía también fue central en boca de los presidentes de China y Rusia, pero esta idea representa a todo el grupo.

En la primer Cumbre se trató la desdolarización de la economía global

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Dos días después, el 19 de noviembre, tuvo lugar la cumbre de la APEC, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, organizada por Malasia. En los 4 años que ha estado Trump en el poder, Estados Unidos perdió influencia en este bloque que integran Brunei, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, China, Rusia y Vietnam en Asia; Australia, Nueva Zelanda y Papúa Nueva Guinea en Oceanía; y Estados Unidos, Canadá, México, Chile y Perú en América.

La mayoría de estos países acaban de firmar el RCEP -Asociación Económica Integral Regional- liderado por China y que integran los 10 países de la ASEAN -Asociación del Sudeste Asiático- más 4 aliados de Estados Unidos: Japón y Corea del Sur en Asia y Australia y Nueva Zelanda en Oceanía (India postergó su firma). La influencia estadounidense empezó a decrecer en la APEC cuando Trump retiró la firma del TTP, que hacía del grupo la zona de libre comercio más grande del mundo por su volumen económico. Pero la parte central del discurso de Trump -que no se hizo público- consistió en acusar a China de mantener un estricto control sobre su mercado interno, dando como ejemplo las nuevas tecnologías, donde se plantea una competencia y conflicto por diversos temas como la pugna por dominar la tecnología G5 y el avance de empresas chinas como Tik-Tok en el mercado estadounidense. Seguramente Biden tratará de recuperar posiciones en este ámbito, pero tras la firma del RCEP no le será fácil.

El 21 y 22 de noviembre tuvo lugar la cumbre virtual del G20 organizada por Arabia Saudita. El Grupo lo integran los 5 países del BRICS, los integrantes del G7, los más desarrollados -Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá- y 7 países que pueden ser considerados medianos: México, Indonesia, Corea del Sur, Turquía, Australia, Argentina y Arabia Saudita (los cinco primeros se han organizado en el grupo MIKTA). A estos 19 países se agrega la Unión Europea en su conjunto.

El tema central de la Cumbre del G20 fue el Covid-19 las medidas que pueden adoptarse para contenerlo y erradicarlo, y el mundo en la postpandemia. Quien habló con más claridad y franqueza fue Angela Merkel 

El tema central de la Cumbre fue el Covid-19, las medidas que pueden adoptarse para contenerlo y erradicarlo, y el mundo en la postpandemia. Quien habló con más claridad y franqueza fue la jefa de gobierno alemán Ángela Merkel. Está se ha caracterizado por ser el líder político que obtuvo mejores resultados con la pandemia en Occidente y asumió desde el comienzo la gravedad de la pandemia. Merkel, que lleva 15 años en el poder -ha participado en todas las cumbres del G20 desde que se constituyera en 2008 tras la crisis económica debido a las hipotecas subprime en Estados Unidos-, dijo estar “preocupada porque todavía no hemos hecho nada para asegurar la vacunación de los países pobres”. Pero en la declaración no hubo ninguna referencia concreta para los 28.000 millones de dólares, incluyendo 4.200 de emergencia, que reclaman las organizaciones internacionales para luchar contra el Covid-19. Por su parte, el Center for Global Development calculó que los países ricos podrían reservar 1.100 millones de dosis para los países pobres.

El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió que las vacunas sean “consideradas como un bien público, accesible a todos”. Estos planteos se dan cuando los contagios se acercan a los 60 millones y los muertos a 1 millón y medio. La deuda de los países pobres también fue tratada, pero sólo se mencionó que se están utilizando mecanismos para permitirles suspender el pago de intereses hasta junio de 2021. El presidente chino, sin nombrarlo, tendió un puente hacia Biden, al decir que “tiene la intención de reducir las diferencias con Estados Unidos”. Para Arabia Saudita fue un éxito diplomático ser sede de esta cumbre virtual dado que el país es cuesrtionado por su falta de democracia y violaciones a los derechos humanos, como el caso del asesinato de un periodista disidente saudí en Estambul.