Comenzando a transitarse los primeros días de 1999, convoqué (perdones por utilizar la primera persona), preocupado por la ya clásica crítica situación socioeconómica del país, convoque a un grupo de amigos a una reunión en la cual les entregué un libro (Hacia un mundo sin pobreza de un desconocido hasta el momento, Muhammad Yunus), con la consiguiente misión de volvernos a reunir una vez leída la obra.
El objetivo era intentar la utopía de reproducir en la Argentina, un modelo de desarrollo social, más allá de las demagogias y del fácil distribucionismo inflacionista, enfatizando el valor de cada persona para sí mismo.
La secuencia posterior consistió en emprender esa tarea.
Se sucedieron reuniones ampliadas, incorporación de amigos seducidos por la idea, correspondencia con el Prof. Yunus, reuniones en Buenos Aires a mérito de su asistencia a la Feria del Libro de aquel año, e inmediatamente mis viajes a Bangladesh con el objeto de observar in situ el desarrollo del primer Banco de los Pobres (el Grameen Bank).
A mérito de esas visitas, el Profesor Yunus me confirió el honor de designarme representante honorario para la Argentina y Paraguay, con lo cual, por fuera de mi enorme reconocimiento, implicaba asumir irrevocablemente la misión de desarrollar el concepto del microcrédito y la banca social, por primera vez en la Argentina.
A posteriori, se sucedieron viajes a Bangladesh de otros amigos, algunos ya tristemente desaparecidos, (honor al querido Norberto Kleiman), y algunos aun en la actualidad, embarcados en esta tarea.
Ya a fines del año 1999 se realizó en la Casa de la Provincia de Salta, la primera reunión nacional de organizaciones promotoras del microcrédito de más de 15 provincias.
De lo que se habla, no se habla y debería hablarse
Tomando las palabras de un gran amigo y compañero desde el inicio de este sueño hecho realidad, Horacio Lomoro, fruto de los ideales y esfuerzos de sus fundadores, de los que nos apoyaron con sus aportes y del descomunal trabajo de sus seguidores, a un cuarto de siglo de esa quimera, hoy habilita el orgullo de haber posibilitado cambiarles la vida a miles de argentinos, llegando incluso a hermanos latinoamericanos
El creador mundial del microcrédito como instrumento de desarrollo social, el Profesor Yunus, postula: “La miseria es una vergüenza del ser humano”.
Su receta se basa en confiar en la gente más pobre, otorgándoles microcréditos con los cuales puedan iniciar una actividad económica genuina, por mínima que sea, que los arranque del círculo vicioso de la indigencia, sin ingerencia estatal, lejos de las dádivas, a partir de microcréditos, preferentemente a las mujeres, y sin solicitar garantías de ningún tipo, exclusivamente para un proyecto productivo exclusivamente, por modesto que éste fuera, quedando vedado destinarlo a consumo.
La metodología Grameen es replicada en numerosos países, y su desarrollo llevó a su creador a merecer el Premio Nobel de Economía.
Su filosofía: “Somos partidarios de reducir la intervención del Estado. Apoyamos la economía de mercado y la creación de empresas. Sin embargo, el Grameen defiende objetivos sociales: eliminar la pobreza,… contribuir a la igualdad de los sexos permitiendo que las mujeres se hagan cargo de sí mismas, … Grameen sueña con un mundo sin pobreza y sin la limosna de las ayudas estatales,.... los subsidios de desempleo no constituyen una solución eficaz y sólo aumentan su desamparo; los privan de iniciativa y de dignidad..... El microcrédito es ayudar a cada persona a alcanzar su máximo potencial.. … “(Muhammad Yunus. Hacia un mundo sin pobreza. Ed. Andres Bello)
La metodología Grameen
Sus pilares conceptuales:
- crédito para aliviar la pobreza y para mejorar la calidad de vida de quien lo recibe a partir de una actividad económica digna.
- esta tarea debe realizarse sobre bases de sustentabilidad económica y rigor metodológico que aseguren su eficiencia y perdurabilidad.
- la acción del Grameen no supone caridad, limosna o asistencialismo sino generar una corriente continua de créditos, a partir de los cuales el individuo comience a recomponer la autoestima, generalmente destrozada por la miseria.
- el sistema se asienta en principios muy sólidos de solidaridad recíproca, condicionando todo préstamo a que el solicitante constituya un grupo, el que hace que los miembros del mismo se corresponsabilicen por la conducta de todos sus integrantes.
- Asistencia obligatoria a reuniones semanales o quincenales de centros que se conforman con la reunión de 8/10 grupos en un lugar determinado, cercano al domicilio de los deudores.
Sirva este relato, para despertar el interés y la voluntad de muchos argentinos, en esta difícil coyuntura nacional, a fin de potenciar este desarrollo a lo largo y ancho del país.