OPINIóN
Género

Viva la diferencia: maternidad-paternidad y femineidad-masculinidad

Escucho muy seguido demandar por la igualdad entre la mujer y el hombre. Me parece poco acertado y digo como los franceses “viva la diferencia”. Lo importante es la igualdad de oportunidades que no es lo mismo. 

Maternidad - paternidad
Femineidad - Masculinidad. | Pixabay

Los cambios culturales, fundamentalmente aquellos que se han dado en las mujeres (feminismo) han dejado como consecuencia que los hombres queden descolocados, desorientados y desconcertados, sin saber, en qué lugar o qué función cumplen en el mundo.  Algo así como, ¿qué hace un hombre como yo (quién yo) en un lugar como este (qué lugar)?

Éste es un tema que comienza con el feminismo y me parece antiguo ponerlo en términos de la lucha entre los sexos o feminismo versus machismo. Me gusta pensar sin el “ismo” y hablar de Femineidad y Masculinidad.

Escucho muy seguido demandar por la igualdad entre la mujer y el hombre. Me parece poco acertado y digo como los franceses “viva la diferencia”. Lo importante es la igualdad de oportunidades que no es lo mismo. 

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Hay funciones que el hombre debe hacer como hombre (no como mujer). Una función es que el hombre con amor (no con terror) “ponga orden”, en otras palabras represente la ley. Sin asustarse de asumir ese rol frente a sus hijos y su mujer. 

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Todo esto no es un problema de los hombres o de las mujeres, sino que son situaciones de algunas mujeres (que a veces creen que lo pueden todo o que son algo así como: “hágalo usted misma”) y de algunos hombres que entregan funciones que en realidad les pertenece. En definitiva esto es una problemática de la sociedad actual. Parecería que la única forma de vincularse es a través  de la competencia, el único éxito parecería ser el económico, donde los sentimientos, los vínculos, las personas y las ideas se consumen como si fueran objetos.

Los hombres y las mujeres de hoy se encuentran en una sociedad con dificultades de trabajo, con competencias, pero aún así entiendo que cada hombre y cada mujer se tendría que hacer cargo de cómo cumplir y asumir el rol que le corresponde frente a situaciones que no son resposabilidad del otro.  

Paternidad y maternidad

Ser padre o madre es un capítulo importante tanto en la masculinidad como en la femineidad y para cumplir esa función es necesario abandonar la posición de hija o hijo respectivamente.

Muchas madres responsabilizan el déficit del rol de padre, las de antes porque decían “ya vas a ver cuando llegue tu padre” y las actuales porque convocan al padre para que participe pero, a veces, lo reclaman como asistente quitándoles autonomía, el padre no es una madre sustituta. Esto es poner al padre como espectador no participante. Estas cualidades no se otorgan ni se dejan de otorgar. Se tienen o no se tienen. Si el padre es a imagen y semejanza del deseo de la madre ese hombre no puede intervenir en el vínculo madre-hijo, mucho menos como padre.

Tanto la función paterna como la materna pueden ser ejercidas por personas que no son la madre o el padre biologico, lo que es importante es que alguien las cumpla. Sino el que sale perjudicado es el hijo. Borrarse de esas funciones es responsabilidad de cada uno. La función paterna es una función privilegiada ya sea para intervenir en el vínculo madre-hijo o como función social.

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Escuché a un bisabuelo al levantar a su bisnieta reprocharle a la bisabuela por no haberlo obligado a tener en brazos a sus propios hijos. O a otro quejarse que al lado de tan buena madre, él no puede lucirse como padre. Esto sería un ping-pong interminable y es una excusa para no hacerse responsable.

Estas funciones se cumplen según el grado de madurez y de salud de cada uno, y sobre todo del deseo de ser madre o padre, ya que es ese deseo el que  va construyendo la paternidad y la maternidad. Ante lo cual, como dicen los franceses: Viva la diferencia.