PERIODISMO PURO
ENTREVISTA

Roberto Debbag: "El 35% de las comunicaciones en redes sociales decían que no creían en la OMS"

Una de las voces más potentes de la infectología pediátrica a nivel mundial, se refirió al "derrame de desconfianza" que dio la vuelta al mundo mientras se enfrentaba a un virus desconocido.

Roberto Debbag, en la entrevista con Jorge Fontevecchia.
Roberto Debbag, en la entrevista con Jorge Fontevecchia. | Marcelo Dubini

—Thomas Kuhn explica cómo muchas verdades científicas dependen de los instrumentos de observación de cada época y se revisan con el tiempo. ¿Frente a la pandemia la idea de certeza entró en discusión?

—Volvimos a un mundo de hace muchísimos años, que tuvo que generar el conocimiento para una enfermedad para la que tenía otras herramientas. La última revolución es la del conocimiento, la tecnológica, y permitió que se aceleraran procesos. Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud dijo en algún momento que el virus no flotaba. Luego, expertos documentaron que podía tener suspensión aérea. El conocimiento se fue modificando a medida que se generaba, se perfeccionaba. Como dice usted, esa evolución dependía de las herramientas y la interpretación.

Esto también produjo un efecto derrame de desconfianza. Estudiamos la credibilidad de la Organización Mundial de la Salud: el 35% de las comunicaciones en redes sociales decían que no creían en ella. Pero la organización se basa en los instrumentos con los que contaba. La gente siente que tiene todo el derecho del mundo de pensar que hay verdades después no se pudieron documentar. Hay cosas que no se pensaban que eran reales y después se comprobó que sí.

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—Friedrich Nietzsche decía que el ser humano puede soportar casi cualquier cosa menos que no exista una explicación. Durante la pandemia quizás los médicos decían lo que podían, como si fuese verdad, pero no tenían evidencia.

—Es así. Pasa también con la religión. El Vaticano tiene uno de los centros más importantes de generación de información científica. Para ver si con las herramientas modernas se puede llegar a saber lo necesario sobre la creación. Mi suegro era un investigador muy importante sobre cambio climático. Ya en los 80 recibió un premio por su trabajo sobre el impacto que causaría. Decía que todo lo que se había creado algún día se iba a documentar. La gente pide opiniones basadas. Pero esa evidencia todavía no se generó y debemos seguir por un camino determinado previamente. Pero en cuestiones vinculadas a la salud y la vida a veces es difícil, sobre todo en una pandemia tan larga.

Lea aquí el reportaje completo a Roberto Debbag