—Usted dijo: “La pérdida de biodiversidad, junto con el populismo de extrema derecha y el tratamiento de denunciantes como Assange y Snowden, es una de las tres mayores emergencias que examino en mi libro “Sin ataduras”. ¿Cuál es el efecto del tratamiento que reciben?
—Lo primero que hay que decir es que la verdad que revelaron no terminó sirviendo. Mostraron cosas que deberían hacer caer gobiernos y literalmente no cambió nada. Uno de los dos incluso estuvo literalmente encerrado por años en la embajada en Londres. Fue una tortura. Dentro de las emergencias necesarias, se encuentra esta de la necesidad reveladores de verdad. Tendríamos mucha menos manipulación con más de ellos. Los reveladores de la verdad necesitan del gobierno, Snowden lo ha hecho con The Guardian, Assange lo hizo al principio con El País. Sin la autoridad de estos periódicos no hubieran sacado estas revelaciones. Cuando emergen hechos difíciles de saber, como los que ellos mismos nos han revelado, necesitamos esta comunidad de intérpretes para entenderla. Se necesitan de 30 a 40 Snowden y Assange más para que se produzcan cambios necesarios.
—El sociólogo brasileño Michael Lowi dijo que la forma actual del socialismo es el ecosocialismo. ¿Comunismo hoy significa ecologismos?
—Me parece una muy buena idea. Hubo ejemplos de esto en Bolivia. Evo Morales es uno de los primeros que habló del derecho a la tierra. Poco a poco empezamos a copiarlo en Europa. Comunismo a la idea de los comunes: a las cosas que no se pueden privatizar Internet es algo común a lo que todos contribuimos a crear. Debemos conservar también la tierra. Las versiones de comunismo hoy son muy pocas, pero aquí tenemos algunas formas de salirnos del algoritmo que nos enmarca.
“Que nos cueste tanto tomarnos vacaciones de las redes demuestra que la cuestión de la libertad es un tema muy importante”
—El “Being at large” del título de su último libro es la forma de ser libres en el mundo de hoy?
—Como todo el mundo sabe, en inglés significa alguien que se escapa de la cárcel. Alguien que está buscado, que no se sabe dónde está. A veces también se puede referir a un niño extraviado. En castellano la traducción que le dieron es sin ataduras. La única forma de practicar la libertad hoy es intentar ser sin ataduras. Implica no solo una idea del ser como más o menos acontecimiento, también una práctica. Ser verdaderamente libre requiere un esfuerzo, como sucede con la interpretación. ¿Nos podemos tomar vacaciones de las redes o de internet? Es muy difícil. Allí hay un problema para la libertad. Nadie discute que hay control tecnológico. Pero también hay una cuestión ontológica, que trasciende lo terminológico. ¿Podemos estudiar hoy filosofía? Claro. Pero la posibilidad de que funcione la carrera y que logren encontrar una beca después y también un puesto de profesor en una universidad es una catástrofe. No lo digo solo para filosofía. Sucede con todas las humanidades en Europa. Están cada vez más dejadas de lado, como si fueran un residuo inútil. Otra cuestión vinculada a la de nuestra libertad. La organización del mundo está hecha solamente para que funcione todo. Heidegger decía que el problema no es cuando algo no funciona. El problema está cuando todo funciona. La libertad o la emancipación política son problemas actuales.
Lea entrevista completa de Jorge Fontevecchia a Santiago Zabala, en este link.