POLICIA
Violencia en Martnez

Atacaron a dos jóvenes con un sable samurai

Tres muchachos de corta edad ingresaron a una vivienda para robar. Cuando llegaron sus propietarios, saltaron a la casa lindera, en donde se encontraron con dos jóvenes de 22 y 12 años con los que se pelearon.

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Tres adolescentes de 15 y 16 años fueron detenidos ayer tarde acusados de asaltar dos casas vecinas en la localidad bonaerense de Martínez, partido de San Isidro, en una de las cuales se pelearon y l astimaron con un sable samurai a dos hermanos de 22 y 12 años.
 
El hecho se inició en una vivienda ubicada en Rodríguez Peña 1240, donde en ausencia de moradores, los tres ladrones ingresaron a robar, informaron fuentes policiales.

Fuentes de la Jefatura Distrital de San Isidro indicaron que los dueños de esa casa llegaron y sorprendieron robando a los delincuentes que huyeron y saltaron a la casa lindera, en la misma calle.

Allí, los delincuentes tomaron de rehén a una empleada doméstica y a dos hijos del propietario, de 22 y 12 años.

El joven de 22 se trabó en lucha con los ladrones y en el marco de esa pelea fue lastimado, al igual que su hermano, con un sable Samurai que los delincuentes aparentemente habían robado en la otra casa, según comentó un jefe policial.

Como los dueños de la primera vivienda que sorprendieron a los ladrones ya habían llamado a la Policía, el personal de la comisaría de Martínez que llegó al lugar escuchó gritos en la casa de al lado, ingresó y logró detener a los tres asaltantes.

Voceros policiales aseguraron que los cortes que presentaban los dos hermanos que fueron atacados con el sable no revestían gravedad y estaban fuera de peligro, pero de todas formas fueron trasladados a un hospital, en donde permanecen internados.

Los detenidos quedaron imputados de robo a disposición de la Justicia de Menores de San Isidro.

Pensó lo peor. El padre de los dos muchachos heridos relató los hechos. "Cuando llegué lo encontré a Nico, el mayor, acá tirado en el medio de la vereda con mucha sangre. Estaba desesperado, pensé que me lo habían matado", dijo.

"Yo estaba a 20 cuadras de acá (por su casa) donde había ido a hacer unas diligencias y, en el momento en que estoy volviendo, veo que tengo un mensaje de mi hijo menor. Me desesperé porque imaginé que pasaba algo", relató.

"Esta un poco comprometido el tema de la seguridad. La garita está muy cerca de mi casa y yo colaboro como muchos vecinos. Me llama la atención que caminando a esa hora, en este barrio que es de gente trabajadora, nadie haya visto a tres muchachos saltar a una casa", opinó.

Y explicó: "No me sorprende como está esta situación por el tema de la droga, que es uno de los mayores flagelos".

Fuente: Télam y DyN