No tiene el prontuario sanguinario de Monchi Cantero, el cabecilla de la narcobanda Los Monos, ni los contactos de Mario Segovia, el famoso Rey de la Efedrina, pero su meteórico crecimiento patrimonial, sumado a la compra de una propiedad perteneciente a la familia del basquetbolista de la Generación Dorada, Carlos Delfino (37), lo convirtieron en uno de los criminales más buscados de la provincia de Santa Fe. Para muchos es el N° 1 en la lista de prófugos.
Vicente Pignata –de él se trata– es un técnico informático de 35 años que comenzó a ser investigado por narcotráfico hace ocho años. Y de casualidad. Es que durante un operativo de control vehicular realizado en la ciudad de Santa Fe fue detenido porque llevaba 68 bolsitas con cocaína en un paquete de cigarrillos, siete envoltorios que contenían marihuana y hasta dosis de LSD, entre otras cosas.
Pignata no tenía antecedentes ni grandes ingresos: manejaba un viejo Fiat 147 y alquilaba un departamento sobre la avenida Freyre. No era lo que se dice un capo narco; más bien se trataba de un dealer que estaba dando sus primeros pasos.
Su primera estadía en prisión fue tan corta como la condena que recibiría años después: pasó un mes detenido y luego acordó un juicio abreviado que aceptó para recibir una pena menor.
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Según fuentes judiciales, se declaró culpable y lo sentenciaron a cuatro años de prisión efectiva, aunque increíblemente nunca más volvió a dormir en un calabozo.
Pignata dilató el proceso judicial –la causa llegó hasta la Corte Suprema–, pero no habría abandonado el negocio de la droga. Con el tiempo su crecimiento patrimonial se hizo más notorio. Aunque no todos sus bienes figuran a su nombre, los investigadores del caso creen que compró al menos doce autos (ver detalle) y siete propiedades. Pasó de ser un inquilino con dificultades para pagar el alquiler a un próspero empresario.
Según el registro de la AFIP, la actividad principal que desarrolla es el cultivo de frutas de carozo (cereza, ciruela, damasco, durazno, pelón, etc.). Lo hace desde noviembre de 2017, el mismo año en el que compró una finca en la provincia de Mendoza, donde supuestamente desarrolla esa tarea.
De acuerdo con las fuentes, la mayoría de los bienes que le atribuyen figuran a nombre de su esposa, Elizabeth Campos (37), y su suegro, identificado como Ramón Darío Campos (52), ambos detenidos por orden del juez federal Francisco Miño, que lleva adelante la investigación.
“Ellos –por Pignata y su esposa– tienen muchas actividades, pero todas están debidamente registradas ante la AFIP. Sin embargo, tanto el juez como el fiscal no tuvieron en cuenta esa situación. Dicen que Pignata tenía 12 autos en su poder, y eso es una falacia total porque él tuvo 12 autos pero a lo largo de cuatro años porque se dedicaba a comprar y vender”, responde a PERFIL Claudio Torres del Sel, su abogado defensor.
Sobre el crecimiento patrimonial de su defendido, explica que es “un tipo al que económicamente le iba muy bien”, aunque admite que “lamentablemente no se presentó a aclarar las cosas como son”. “La intención de él –dice Torres del Sel– era entregarse pero de un día para el otro desapareció de la faz de la tierra y ahora no lo encuentra nadie. No se contactó ni con su familia”.
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Te están buscando. Pignata se encuentra prófugo desde el 27 marzo del año pasado, cuando quedó firme el fallo por el hallazgo de droga en el 147.
Para los investigadores, el joven informático y productor de frutos de carozo sería el principal proveedor de droga de la provincia de Santa Fe. La semana pasada volvieron a detener a su esposa. La mujer estaba bajo arresto domiciliario, pero violó la medida al salir de su casa de la calle Las Magnolias, en la localidad de Colastiné. No era la primera vez que lo hacía. Lo curioso es que fue arrestada en una estación de servicio de La Guardia, a unos 15 kilómetros de la capital provincial, donde policías encubiertos seguían la pista de un cazador de recompensas que indicaba que el hombre más buscado de Santa Fe se encontraba en una finca de esa zona.
Campos está acusada por “lavado de dinero”, y por estas horas analiza acogerse a la figura del arrepentido para recuperar la libertad. Actualmente se encuentra alojada en una estación de tránsito de Santa Fe, esperando cupo para ingresar a una unidad penitenciaria.
La casa de medio palo verde. En 2017, el mismo año en el que se inscribió como productor de frutos de carozo, Pignata habría desembolsado 500 mil dólares por una propiedad en El Club de Campo El Paso, en la localidad de Santo Tomé.
La finca pertenecía a una empresa off shore de la familia de Carlos Delfino, el basquetbolista y campeón olímpico argentino que actualmente juega en la serie A de Italia.
Los Delfino aseguran que desconocían los antecedentes de Pignata. Según el abogado del prófugo, la venta de esa propiedad es otra mentira de la causa. “Se pactó un alquiler con la posibilidad de compra. Pignata le dijo que necesitaba un año para juntar el dinero. Y por eso se la alquilaron. No hay un papel ni nada que pruebe esa compra. Es otra falacia”, sostiene el letrado.
El caso
◆ Vicente Pignata está siendo buscado desde el 27 de marzo del año pasado.
◆ Para los investigadores sería el principal proveedor de droga de la provincia de Santa Fe, aunque su abogado defensor lo niega.
◆ Su meteórico crecimiento patrimonial lo puso en la mira de la AFIP. En ocho años habría adquirido 12 autos y siete propiedades.
◆En 2017 le habría comprado la casa que el basquetbolista Carlos Delfino tenía en un country de Santo Tomé. Por esta maniobra el ex NBA y su papá fueron procesados por “lavado de activos”.