La sede de la Gobernación Bonaerense, en la ciudad de La Plata, se volvió el escenario de una batalla campal cuando agentes de la Policía bonaerense reprimieron una movilización de trabajadores de Astillero Río Santiago. Hubo piedrazos, balas de goma, gases lacrimógenos y varios heridos. Tras los incidentes, además, hay al menos cinco detenidos.
La marcha fue convocada "en defensa de los puestos de trabajo" y en respuesta a "cualquier ataque que pretenda hacer el Gobierno", frente al temor de una posible "privatización" y "vaciamiento" de la empresa naviera estatal.
La concentración comenzó a las 7:30 en los portones del astillero ubicada en el partido de Ensenada. Luego, la columna avanzó hacia a distintos organismos gubernamentales de La Plata, informó la agencia Noticias Argentinas.
Los disturbios tuvieron lugar en calle 7, de calle 46 a 50, donde hubo baldosas rotas, contenedores de basura prendidos fuego, y hasta se lanzaron piedras y tornillos. La policía, en tanto, lanzó balas de goma y gases lacrimógenos a los manifestantes presentes en el centro platense.
De acuerdo a información de fuentes oficiales, cinco personas fueron detenidas, y dos móviles policiales fueron destrozados durante el enfrentamiento entre los manifestantes y agentes de la Policía bonaerense. Ante los episodios, varios comerciantes de la zona cerraron sus locales.
La convocatoria surgió como respuesta a un informe periodístico que advirtió sobre supuestas falencias en el funcionamiento del astillero, como irregularidades en la contratación de personal, baja productividad y corrupción sindical.
El enfrentamiento se dio en un contexto de tensiones instaladas entre los gremios, autoridades de la empresa y el gobierno provincial. La manifestación, dijeron desde ATE Ensenada, se convocó “en repudio a los constantes ataques de las autoridades”, dado que desde el gremio mantienen un enfrentamiento con las autoridades de la empresa naval, consignó El día.
El clima de tensión aumentó cuando el presidente del Ente Administrador del Astillero, Daniel Capdevila, presentó una denuncia en la que acusó al gremio de “administración fraudulenta”.
En el escrito, Capdevila afirma que hay “administración dolosa” y sostiene que ha “tomado conocimiento de la existencia de gravísimas maniobras ejecutadas dentro de mi presidida y en su perjuicio y, por ende, del estado provincial y erario público”.
En respuesta a esa presentación es que el gremio convocó a la movilización, “ante la creciente preocupación de los trabajadores por su fuente laboral y por descuentos de distintos rubros salariales que desde hace 30 años forman parte del sueldo”, declararon.