El tema carcelario en el contexto de una crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus reabrió un fuerte debate sobre los los presos en Argentina pero al mismo tiempo generó más confusión que otra cosa.
La liberación temporaria de algunos detenidos que forman parte de los grupos de riesgo generó un rotundo rechazo a gran parte de la sociedad, exacerbando aún más el odio clasista de muchos. Nos horrorizamos porque un criminal que está postrado en una cama es beneficiado con arresto domiciliario por sesenta días, pero no nos detenemos a pensar en cuales podrían ser las consecuencias en caso de que el Covid-19 ingrese a una cárcel superpoblada.
El que se mueran todos (los presos) es el argumento más escuchado (como alguna vez también fue el que se vayan todos), aunque ello implique que en esa pelea tengan que morir ellos, los guardias, los familiares de los guardias y los vecinos de los guardias.
En estas últimas semanas supimos de varias revueltas (motines) en distintas cárceles del país, que en la mayoría de los casos terminaron con heridos y muertos. ¿Es justo el reclamo de los detenidos? Para responder a esta pregunta primero hay saber qué es lo que piden. No exigen que se abran las cárceles y hasta rechazan cualquier beneficio a violadores y asesinos; reclaman que cumplan con las mínimas condiciones de salud y atención médica; qué atiendan a las personas en riesgo por enfermedades crónicas y que descompriman los lugares de encierro sacando, durante la emergencia, a personas que están detenidas por delitos menores y sin condena.
El primer preso que contrajo coronavirus está curado y ya regresó a la cárcel
Franco lleva más de diez años detenido en una de las cárceles más peligrosas del país: la Unidad 23 de Florencio Varela. Sabe de los abusos de los penitenciarios, pero también de las lacras que abundan este submundo. Por eso prefiere mantener su verdadera identidad en el anonimato. En su celda -que está más oscura que nunca- escribió una carta sobre la realidad que nadie quiere ver. Y la quiso compartir.
"Les quiero contar algo: sé que la sociedad está enojada con los presos porque andan diciendo que nos quieren largar. Y los entiendo porque acá hay muchos que han violado texto que envió a PERFIL.o matado destruyendo familias enteras. Esa es una realidad que ni nosotros ocultamos y nadie la puede cambiar. Pero también les pido que nos escuchen", arranca el
"Quiero que entiendan que hay gente que nunca tuvo una oportunidad. Gente que ha cambiado, y no por las políticas criminales de reinserción, si no por voluntad propia. Por el apoyo de sus familias. Por eso quiero que comprendan que muchas de las personas que reinciden lo hacen porque nadie les dio una mano".
"En las cárceles la reinserción no existe. Quiero que sepan que los impuestos que ustedes pagan y son destinados a los presos, acá nunca llegan. Esa plata se la quedan los corruptos de más alto nivel. ¿O por qué creen que esto es cada día peor? Si hay más delito hay más corrupción. Así es el eslabón. Así de sencillo. No es mi intención causar pánico con lo que digo, ni que me entienda el presidente, él siempre ha sido rico, solo predico con la verdad. Una verdad que nadie dice".
LN / DS