POLICIA
el caso que conmueve al país

Crimen de Lucas: las evidencias que derriban la versión de los policías

Un juez de menores entendió que los futbolistas fueron “víctimas de los efectivos” y les “prohibió salir del país”. Las pruebas recolectadas.

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Tirar por tirar. Lucas viajaba en un VW Surán. Tres policías porteños sin identificación lo mataron de dos disparos en el barrio de Barracas. | cedoc

La situación procesal de los tres policías porteños que dispararon contra el auto de los cuatro futbolistas de las inferiores de Barracas Central y mataron a uno de ellos (Lucas González, de 17 años y jugador de la sexta) está cada vez más complicada. Este viernes, el juez de menores Alejandro Rodolfo Cilleruelo les prohibió salir del país al entender que son los “únicos y verdaderos imputados”, mientras se descuenta que en las próximas horas la Justicia pedirá que los detengan.  

Las evidencias recolectadas hasta el momento derriban el relato de la cuadrilla integrada por el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial Juan José Nieva, los tres efectivos involucrados en el ataque a tiros del miércoles pasado en el barrio porteño de Barracas. No hubo persecución. Y no hubo enfrentamiento armado. Los agentes nunca pudieron verse amenazados por cuatro pibes que regresaban de entrenamiento y que solo llevaban pantalones cortos, medias, camisetas transpiradas y unos botines todavía sucios. Lo que pasó es un caso más de “gatillo fácil”. De policías que tiran por tirar porque creen que cuatro pibes de aspecto humilde son sospechosos de algo.  

Por qué la patrulla que mató a Lucas estaba de civil y sin identificación
 

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Los peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) derrumbaron la hipótesis inicial del enfrentamiento. En la escena hallaron cinco vainas servidas, todos 9 milímetros, el mismo calibre de las armas reglamentarias que portaban los policías porteños, y establecieron que todos los disparos fueron dirigidos al Volkswagen Surán de los cuatro futbolistas. 

Lo que resta saber -entre otras cosas- es si todos los efectivos dispararon y cuál de ellos hirió mortalmente a Lucas, que recibió dos disparos en la cabeza en el asiento de acompañante. Para ello será clave el cotejo balístico entre los casquillos y las pistolas que fueron secuestradas.

Los sobrevivientes coincidieron al declarar que volvían de entrenar en Barracas Central, que pararon a comprar un jugo en un kiosco y que después fueron interceptados por un Nissan Tiida sin patente ni identificación policial. “Bajan así chorros, tipo a robarnos, a apuntarnos así ya con arma en mano, No parecían nada policías”, relató uno de los chicos. 

Otro punto que complica a los efectivos es la réplica de un revólver calibre 38 que fue hallada en el interior del coche de las víctimas. Según las fuentes estaba en el piso del asiento trasero. Sin embargo, los sobrevivientes aseguran que fue plantada. “La encontraron recién a la noche. Era una réplica y estaba en el baúl”, señaló Cintia, la mamá de Lucas.

Crimen de Lucas González: los fiscales pidieron la detención de los tres policías acusados

Resolución. El juez Cilleruelo, que está a cargo del Juzgado Nacional de Menores N° 4, no avanzó con el pedido de detención de los tres policías porque se declaró incompetente, aunque es prácticamente un hecho que los fiscales Leonel Gómez Barbella, a cargo de la fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional 32, y Andrés Heim, de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), pidan sus detenciones en las próximas horas. 

Para el juez de menores los futbolistas no solo “no cometieron delito alguno”, sino que fueron “víctimas” del inspector Isassi, el oficial mayor López y el oficial Nieva, miembros de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que intervinieron en el operativo, sin llevar uniforme ni identificación.  

El magistrado dictó el sobreseimiento de los chicos que viajaban junto a Lucas, que permanecieron un par de horas en el Centro de Admisión y Derivación (CAD) (ex Instituto Inchausti) del barrio de Congreso, y puso el foco de la investigación en las irregularidades del procedimiento efectuado por la policía de Horacio Rodríguez Larreta.

En el dictamen, Cilleruelo criticó el accionar de los efectivos: “En una democracia la Policía no puede actuar bajo ningún concepto de modo subrepticio y sin debida identificación, menos cuando están ordenando la detención de un vehículo del cual, como se comprobó, no partió agresión de ninguna naturaleza”.

“Los únicos y verdaderos imputados en autos resultaban los policías”, aseveró en la resolución, en la que además dejó asentado que los chicos “como todo parece indicar, fueron víctimas de la policía”.

La versión de uno de los policías deja muchas dudas. En un audio, en el intenta explicar la situación, asegura que el auto de los chicos “estaba haciendo maniobras evasivas ante el tránsito” y refiere que “el acompañante esgrime un arma de fuego”, aunque el primer parte oficial no detalla el hallazgo de un arma que sostenga esta teoría. Más adelante parece querer decir que en un momento de produce un enfrentamiento, pero enseguida se corrige y asegura “continúa el procedimiento”. 

En un mensaje que envió a un grupo de policías, el mismo agente cuenta que estaban haciendo tareas de prevención de entraderas, que los corrieron y los quisieron identificar. “El chofer mío baja, yo bajo, y el chabón como que esgrime un fierro. Ahí le tiramos, le dimos pico (sic). Fueron dos segundos. Eran cuatro menores. Agarraron dos. Uno se dio a la fuga y quedó el otro con dos tiros en la cabeza. Estamos esperando que onda”. 

Alfredo Oliván asumió la defensa de los tres policías acusados por el crimen de Lucas y adelantó que sus clientes se encuentran a derecho y que se entregarán en caso de que la justicia lo requiera. También deslizó que la versión de los efectivos es distinta a la que plantean las víctimas y los testigos. 

Sin embargo, tanto Isassi como Nieva y López fueron apartados de sus cargos preventivamente por decisión del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Este jueves, a través de la Oficina de Transparencia y Control Externo, “se les inició un sumario administrativo, se los desafectó de la función operativa y se los pasó a disponibilidad”.

 

Piden interpelación de D’Alessandro

Los legisladores del Frente de Todos (FdT) pidieron la interpelación del ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’ Alessandro, para que brinde explicaciones sobre el accionar de la Policía de la Ciudad. 

La solicitud tiene como objetivo esclarecer las responsabilidades políticas del accionar policial en asesinato de Lucas González y conocer quiénes dieron las directivas para que la Policía de la Ciudad realice tareas de prevención sin uniforme en esa zona. Además, quieren saber cuántos policías están con esas mismas funciones y en qué zonas y con qué automóviles se llevan adelante, en clara violación a las normas vigentes. 

Los legisladores solicitaron, además, que el ministro informe sobre los casos de violencia institucional que involucran a la fuerza policial porteña en el período comprendido entre 10 diciembre del 2019 y el 17 de noviembre de 2021, destacando la cantidad de denuncias ignoradas respecto de la actuación violenta e irregular de efectivos de la policía porteña, especialmente en los barrios populares y contra sectores de la población de bajos recursos y grupos minoritarios.

“No fueron capaces de asistir a Lucas”

R.P.

Julián es el chico que manejaba el auto que fue atacado a tiros por los policías. Ya pasaron más de 48 horas del hecho y todavía no logra entender porque los efectivos dispararon sin ningún motivo. 

“Nos trataron mal, nos pusieron las esposas, nos tiraron al piso, nos preguntaron de dónde éramos, nos dijeron que éramos unos villeros y que nos tenían que dar un tiro en la cabeza a cada uno”, aseguró, en declaraciones al canal de noticias IP. 

Julián, que también juega en las inferiores de Barracas Central, recordó cómo fueron los instantes previos al ataque. “Nos habíamos encontrado en un punto, fuimos al predio hablando de cosas de cuando éramos chiquitos, fuimos a entrenar salimos a comprar un jugo, hasta que pasó esta situación de mierda que nos trataban de delincuentes cuando lo que queríamos era llegar a nuestra casa para decirle a nuestra familia que íbamos a volver a entrenar el viernes”, indicó.

El joven señaló que “los chabones (por los policías) tiraron por tirar” y que “apenas se bajaron” empezaron a dispararles, por lo que en “toda la desesperación” buscaban a policías los “ayuden”.

“Vi a uno que estaba recorriendo la zona, le toqué bocina y no me ayudó, siguió de largo. En esos segundos manejaba y a Lucas lo tenía en la rodilla, me tocaba la mano en mi pierna y no lo podía creer”, recordó.

“Estaba asustado, llamé a mi mamá hasta que llegaron un montó de policías que nos trataron mal, nos pusieron las esposas, nos tiraron al piso, nos preguntaron de dónde éramos, nos dijeron que éramos unos villeros que nos tenían que dar un tiro en la cabeza a cada uno y nos preguntaron dónde teníamos falopa pero no fueron capaces de asistirlo a Lucas”, resaltó el amigo.