El dueño de una fiambrería en la localidad bonaerense de Villa Ballester fue acusado por una de sus empleadas por abuso sexual y, tras la denuncia, varias mujeres que trabajaron con él salieron a relatar distintas situaciones de acoso. Hoy fue escrachado por un grupo de mujeres que fueron al local a pegar afiches con su nombre y reclaman que el hombre sacó las cámaras de seguridad para destruir las pruebas de su conducta.
Todo comenzó cuando hace una semana, Melanie, una joven que trabajaba con José María Giusto en su fiambrería "La Campestre" denunció una secuencia de hechos violentos que incluyó abuso sexual.
"Hola, quiero contar lo que me pasó el día 23 de mayo. En el local de fiambrería "La campestre" en la calle Alvear 2418, entre Buenos Aires y Boulevard Ballester, De Villa Ballester, en el cual hace un mes comencé a trabajar", comenzó su relato.
Una mujer contó la pesadilla de "acoso y abuso sexual virtual" que vivió en metaverso
"Desde el comienzo iba todo bien, hasta que en algunas ocasiones, el dueño del local José María Giusto (de aproximadamente 50 años) tenía actitudes de acoso hacia mi. En ocasiones pasaba por detrás mío para apoyarme, y también solía tocarme todo el tiempo la cintura, me solía pedir mis redes sociales para ver mis fotos, lo cual yo solía responderle que no me parecía adecuado. Jamás imaginé que iba a llegar al punto de abusar sexualmente de mí (no voy a dar detalles)", precisó.
Y aseguró que ya radicó una denuncia en la Justicia: "La denuncia ya está hecha, así como me pasó a mi, no quiero que le pase a nadie más, porque este hijo de put* contrata a todas chicas jóvenes que les debe hacer lo mismo que a mí. Pido por favor que difundan la cara de este violador hijo de put*, y si alguna le pasó algo similar que no dude en hablarme. Difundan por favor".
También acusan que Giusto arrancó las cámaras de seguridad del lugar para que no hayas pruebas en su contra. Al hablar en vivo por Crónica TV, un vecino aseguró que vio cómo quitó las cámaras.
"Hay denuncias hace rato y nunca hacen nada, ¿por qué no piden nunca las cámaras? Lo puede ver cualquiera de la municipalidad", descargó el vecino.
Los otros testimonios: "Nos decía que éramos su propiedad"
Al hacerse pública la denuncia de Melanie, muchas mujeres le escribieron y hasta se animaron a participar del reclamo este lunes 30 de mayo en las puertas del local. "Nos decía que éramos su propiedad", dijo una de las ex empleadas en diálogo con Crónica TV.
"Quería subirnos a su camioneta a comprar mercadería. Y ahí tocaba a muchas", agregó.
Asimismo, detalló que Giusto "prefería tirar lo que sobraba de fiambres, él decía que no le interesaba darle de comer a nadie. A escondidas terminábamos dando lo que sobraba. En las reservas de Google todas las reseñas hablan bien de las chicas que atienden y mal de él, su dueño".
JD / ds