El ciudadano israelí Gilad Pereg, conocido como "el hombre gato", declaró este martes en el juicio por jurado que enfrenta por las muertes de su madre, Phirya Saroussy y su tía, Lily Pereg. A diferencia de la primera audiencia, donde fue desalojado porque no dejaba de maullar, habló sobre su juventud y relación con las dos mujeres. "Mi madre me habla todas las noches, dentro de mi cabeza", dijo.
"Ellas siguen vivas. Han sido secuestradas y están en un lugar oscuro del que no pueden salir", comenzó diciendo el hombre de 40 años, en su primera declaración judicial desde que fue detenido por "doble homicidio" en 2019. "Me dice que tengo que salvarla, y yo le digo que no puedo porque estoy encerrado", añadió.
Luego, afirmó que "es mentira" que hayan encontrado los cadáveres de las víctimas en el fondo de su casa, ubicada en la localidad mendocina de Guaymallén, y explicó que "fueron plantados" por las autoridades. "La policía y la fiscalía ocultaron los cuerpos en mi terreno. Hicieron un allanamiento y no encontraron nada y justo el sábado encontraron el cuerpo”, se defendió.
"Me culpan porque no habito en el mundo de ustedes, porque vivo en forma precaria. Yo siempre he querido a mi madre y a mis hijos (en relación a sus gatos). Jamás podría hacerles algo", subrayó.
Después, el acusado de matar a Saroussy, de 63 años, y Pereg, de 54, habló sobre su juventud en Israel cuando estaba en el ejército. "Me la pasé encerrado en una habitación ocho meses. Tuve que hablar con el psiquiatra para que me liberara, porque no podía aguantar la presión por las cosas que hacen ahí. No podía vivir así ni tener relaciones con nadie: las únicas personas que estaban conmigo eran mi mamá y mis abuelos".
En ese sentido, detalló que su madre le había dicho que se fuera a vivir a otro país y que le enviaría dinero, por lo que eligió venir a la Argentina. "Me costó mucho estudiar porque tengo enfermedades mentales, como paranoia. Se me explotó la cabeza y decidí vivir como un gato, yo andaba desnudo en la calle y comía alimento en el piso".
El abogado de “el hombre gato” dijo que se trata de “una persona con discapacidad mental”
"No podía actuar mucho tiempo como persona: media hora, después tenía que volverme gato otra vez. Entonces yo salía de mi casa, actuaba como una criatura de dos patas, y luego volvía a mi casa", completó.
Mientras se debate la inimputabilidad de Pereg, ya que la defensa pide que cumpla condena en un psiquiátrico y la fiscalía sostiene que debe recibir la condena de prisión perpetua efectiva.
FP CP