Mario Vitette Sellanes es un hombre privilegiado. El paisaje que eligió para disfrutar su primera semana en libertad –y los millones que robó en el recordado asalto al banco Río de Acassuso– no tiene defectos. Se instaló en la Laguna Merín, un verdadero tesoro natural de Uruguay que combina paz, calidez e intimidad. Y desde allí comenzó a delinear su futuro, que incluye un viaje a Belgrado para participar de un documental, una estadía de seis meses en Berna (una de las ciudades con mejor calidad de vida y que esconde las fortunas más importantes del mundo), una actuación en el videoclip de una banda uruguaya y hasta una entrevista con un productor de cine que planea llevar su historia a la pantalla grande.
El cerebro del “robo del siglo” fue expulsado del país el viernes 30 de agosto pasado por la Ley Nacional de Migraciones, que establece que los extranjeros condenados en Argentina pueden abandonar el país una vez que cumplan la mitad de la condena. Ese día, viajó como un turista más en un vuelo de Buquebus. Lo hizo con dos policías de civil –un comisario y un inspector– que lo custodiaron hasta que aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Montevideo. Algunos pasajeros lo reconocieron, le sacaron fotos y hasta lo felicitaron como si se tratara de una estrella de rock.
Sus primeras horas en libertad las repartió entre la familia –sus hijas y nietos que viven en San José de Mayo–, los amigos y su abogado, Diego Storto, con quién paseó y cenó en Montevideo. El domingo fue a misa. “Soy una persona muy católica, siempre lo dije”, explicó a PERFIL. “Fui solo, y no a confesarme”, aclaró enseguida, y con sorna.
Los días posteriores estuvo en lugares balnearios: Laguna del Sauce y Laguna Merín, donde aprovechó para recorrer el Chuy, un verdadero paraíso de las compras con tiendas accesibles.
Es sólo plata. Vitette no reniega de su condición de “ladrón” pero siempre que puede evita hablar de dinero y su hipotética fortuna que hizo con el robo que lo hizo famoso: el asalto al banco Río de Acassuso, ocurrido el 13 de enero de 2006 y cuyo botín fue estimado en más de 20 millones de dólares, aunque apenas se recuperó el 1% de lo sustraído.
“No tengo un peso. Mis últimos ahorros los gasté en una camioneta importada”, responde acerca de su patrimonio.
Sin embargo, explica que los próximos años vivirá con el dinero que obtuvo por la venta de tres propiedades en Argentina que estaban a nombre de familiares: Rodríguez Peña y Mitre; Agüero al 50 y Callao al 200.
Vitette explica que su rutina no será la misma que en los últimos años que estuvo en libertad. Tiene otra agenda: “Recibo propuestas todo el tiempo. Llamados de productores de cine y televisión, y de periodistas que quieren entrevistarme”, cuenta.
El futuro del “ladrón del siglo” está fuera de Uruguay. Según cuenta tiene un precontrato para participar de un documental sobre robos a bancos que se filmará en Belgrado y que será emitido por la televisión de Europa del Este. Después, piensa pasar seis meses en Berna, un paraíso de Suiza. “Tengo doble nacionalidad y ningún impedimento legal que permita salir de mi país. Al único lugar que no pudo ir es a la Argentina”, explica.
La semana que viene tiene previsto participar de la filmación de un videoclip de “Trovadores de Venus”, el grupo musical para el que compuso dos temas estando detenido en General Alvear.
Por ahora, confiesa que no está en sus planes asaltar un nuevo banco. De todos modos, no puede con su genio y asegura: “Nunca me voy a retirar. Mientras viva voy a ser ladrón, aunque probablemente no robe más”.
Raid mediático
El Ladrón del Siglo llegó al Aeropuerto de Montevideo y enseguida declaró que tenía un contrato de exclusividad con Canal 10 de Uruguay. No mentía. Allí hizo su primera aparición pública después de la polémica liberación.
En la entrevista al programa La Yapa reconoció que no roba “para tener” sino “para ser” y hasta dejó entrever que habría participado del robo que hace varios años sufrió Mirtha Legrand, algo que después desmintió para evitar cualquier problema legal.
Sin embargo, su reaparición en los canales argentinos fue más explosiva, en especial a partir del cruce verbal que mantuvo en vivo con Eduardo Feinmann, en el aire de C5N. El pico fue cuando Vitette tildó de “maraca” al periodista, lo que generó que el “ladrón del siglo” se convirtiera en trend topic nacional.
El raid mediático del uruguayo continuó en Duro de Domar, donde confesó que su entrevista con Feinmann midió bien. “Como yo estaba haciendo rating, le puse color”, dijo.
También habló con distintas radios porteñas, hasta que finalmente decidió bajar su exposición. “Mi hija me retó, y no quiero tener problemas con ella”, contó a PERFIL.