Huesos, cabezas de caballos y algo de cuero. Todo disperso en medio de un descampado de la localidad sanjuanina de 9 de Julio. Cómo llegaron a ese lugar aún es un misterio y quién lo hizo, también. Es una investigación compleja y aún no hay indicios claros de dónde tirar para confirmar que hay detrás de este hecho.
Hace dos días, personal de la Secretaría de Medio Ambiente recibió la información de que había restos de animales en un descampado. Un llamado al 911 alertaba sobre el hallazgo. Las coordenadas apuntaban a 400 metros al norte de la calle Maurín y Costa Canal, en 9 de Julio, una localidad ubicada en el centro sur de la provincia de San Juan. “La casa más cercana habitada está a un kilómetro de allí. Vive un hombre mayor, solo, que no vio nada. Escuchó pasar un vehículo por la noche pero no le resultó extraño”, explica a PERFIL el comisario inspector José Martín Galván de la Comisaría 31 a cargo de la investigación.
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En el parte policial se detalla que fueron encontrados “aproximadamente 44 cabezas de caballo, además de costillares y muchas patas que aún tenían las herraduras”. No se ha observado vísceras en el lugar, por lo que se infiere que los mataron en otro sitio y allí fueron descartados sus restos. La primera línea investigativa apunta a que los fines “fueron netamente comerciales para consumo”, informaron fuentes del caso.
“Aún estamos en etapa de investigación, pero es una tarea compleja porque nadie vio nada”, destacó el comisario Galván. “Los restos estaban en un lugar despoblado y una zona de arbustos. Ingresaron por un camino alternativo de tierra y dejaron los restos ahí. No hay casas cerca en esa zona y si utilizan la noche para hacerlo es más difícil ser vistos”, detalló. Además, aseguró que es la primera vez que descubren algo así en la zona.
Según pudo determinar policía científica alguno de los restos de los caballos “son de vieja data”. “Creemos que fueron descartados en etapa, hay animales que los mataron hace diez días. La mayoría son restos de equinos y hay muy pocos restos vacunos”.
En la zona, por el momento, no hubo denuncias de alguna persona que haya sufrido el robo de animales. Por eso, una de las sospecha apunta al comercio ilegal de carne equina en frigoríficos o carnicerías. “No se debería hacer y es un delito. Pero es todo muy reciente y estamos investigando”, explicó el comisario.
NG/MC
