A casi un mes del doble femicidio de la localidad de Las Ovejas, provincia de Neuquén, y tras ser buscado intensamente por tierra y aire, el acusado Lorenzo Muñoz fue hallado muerto en un campo en los alrededores de su ciudad. Según el portal lmneuquen.com.ar, el cuerpo apareció a 300 metros del lugar del crimen y cerca de la casa de su cuñado Onofre Merino, acusado de encubrimiento.
El cuerpo de Lorenzo Muñoz, de 40 años, presentaría una "lesión vital" por lo que la zona fue perimetrada y está bajo resguardo de la policía provincial. Se espera que mañana a primera hora arribe el equipo de criminalística y los forenses para responder el interrogante de si el hombre se suicidó o fue asesinado.
Muñoz era acusado del asesinato de su expareja, Karina Apablaza, y la hija de ésta, Valentina, el pasado 22 de febrero en la localidad neuquina de Las Ovejas. Aunque se cree que el asesino se suicidó, la Policía provincial todavía espera que el equipo de criminalistas aclare oficialmente las causas de su muerte.
Karina y Valentina fueron atacadas a cuchillazos en la calle de esta ciudad, ubicada a 500 kilómetros de la capital provincial. El atacante tenía dos órdenes judiciales con prohibiciones de acercarse a las víctimas, después de ser denunciado por abusar sexualmente de la niña, que tenía 11 años. Tras atacar, Muñoz, que había sido denunciado varias veces por compañeras de trabajo, huyó y la Policía desplegó un fuerte operativo para tratar de detener al homicida.
Lorenzo Muñoz fue buscado durante 23 días por la Policía neuquina, Gendarmería Nacional, la división perros, motos y de caballería con la ayuda de helicópteros. Tanto el Gobierno nacional y como el de Neuquén ofrecieron recompensas para quien aportara datos sobre el fugitivo.
La neuquina Estéfani de la Costa fue testigo del asesinato de Valentina y Karina el mediodía del 22 de febrero. Conocía al femicida, y tras entablar contacto visual con él, salió corriendo a pedir ayuda. “Muñoz estaba agarrando a la nena del pelo y por la espalda. Pensé que eran golpes de puño. Karina le dijo ‘No Lorenzo, no’, y ahí él le pegó una puñalada a ella en las costillas. Ahí vi el cuchillo y como él me vio, corrí”.
Miguel Apablaza, hermano de Karina y tío de Valentina, se mostró hace días indignado por la reducción de 90 a 20 días de los cómplices por encubrimiento, ambos cuñados de Muñoz. "No nos cierra cómo en una familia compuesta por mujeres, que tienen hijos, que tienen sobrinos puedan defender a un asesino", dijo Apablaza a la radio neuquina LU5.
El familiar de las víctimas, además, se mostró crítico con la iglesia evangélica a la que concurría su hermana: "La iglesia desde que pasó esto no apareció nadie. Permitieron que este individuo [Muñoz] se bañe ahí y lo ayudaron. Sabemos que la iglesia es cómplice. Esas personas dejan mucho que desear", agregó. "Tuvo parte que ver la iglesia, porque la comunidad que ellos tienen ahí manipulan a la gente. Esperemos que le caiga el peso de la ley", sostuvo sobre la hipótesis de que en esta iglesia intentaron reconciliar a la a Karina con su esposo.