Diego Rosales, policía bonaerense de 30 años, murió la madrugada del domingo 16 de mayo, camino al hospital, luego de recibir el disparo de un vecino del barrio Villa Jardín Stella Marís, en Mar del Plata.
El episodio encadena una serie de hechos trágicos e irregularidades que tienen origen en una fiesta clandestina, según el relato del diario La Capital de Mar del Plata. En una esquina del barrio, Pesquero Narwall y Jorge Newbery, se concentraron entre 100 y 150 jóvenes protagonizando una juntada ilegal, en el marco de las restricciones impuestas por el gobierno por la pandemia de COVID 19.
Hasta allí llegó Rosales, junto a tres compañeros, en dos patrulleros, con el objetivo de dispersar a los jóvenes. Al huir, 15 de ellos habrían ingresado al domicilio de Amilcar Morán, un vecino de 69 años que vive sobre la calle Pesquero Quo Vadis.
Con el apoyo de sus compañeros, Rosales habría ingresado a la vivienda junto a un compañero, siempre según el relato del medio marplatense, dando la voz de alto y disparando con una escopeta anti disturbios hacia el techo, que registra la marca de perdigones.
El vecino salió disparando
En ese momento habría aparecido el dueño de casa, Morán, empuñando una pistola 9 milímetros que gatilló en dirección hacia las personas que observó desde la puerta de su dormitorio. El proyectil disparado por Morán impactó en el cuerpo de Rosales, y pese a que el policía tenía puesto un chaleco antibalas, el tiro ingresó por la axila.
La conmoción generada en Mar del Plata se extendió durante las horas posteriores al hecho.
Los restos de Rosales son velados durante la mañana del lunes en la ciudad donde ocurrió el episodio. Para acompañar a los familiares se hizo presente el Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni.
El vecino que protagonizó el hecho que acabó con la vida del policía quedó detenido. El fiscal Alejandro Pellegrinelli lo imputó por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Los 15 jóvenes que participaron del episodio, en tanto, quedaron a cargo del fiscal Carlos Russo. Tendrían entre 15 y 17 años, no fueron imputados hasta el momento y ya se encuentran a disposición de sus padres.
LC/FL