“Estos tipos nos robaron la vida, no puedo llevar a mis chicos al colegio, nos amenazan con llamadas, por audios, me mandan notas, nos dicen que conocen nuestros movimientos. Nos sentimos muy solos”, dijo Nelson Quintana, de 42 años, quien denunció ante el fiscal de la Agencia de Criminalidad y Delitos Complejo, Matías Edery, la balacera que sufrió su local de electrodomésticos, Quintana Hogar, de Av Francia y Dr. Riva, en el barrio Alvear de Rosario y que dejó como saldo a su sobrina de 13 años con una herida de bala en el abdomen, fuera de peligro.
El “nadie hace nada” es la frase más escuchada en los barrios de la ciudad ante cada hecho delictivo, balacera o crímenes que se suman en un conteo interminable. El pasado sábado a las 21.30 una ráfaga de ametralladora impactó en el local Quintana Hogar, en el primer y segundo piso del inmueble donde viven la madre y hermana de Nelson, dueño de la casa de electrodomésticos.
Hace un mes que los comerciantes de la zona reciben intimidaciones y amenazas si no pagan una cuota mensual “por el solo hecho de trabajar en el barrio de ellos”, agrega Quintana. “Primero pedían 40 mil pesos, después 50 mil, en mi caso hasta un millón. Me volvieron loco con las amenazas, les gritaba cuando llamaban y les cortaba. Pero mandan fotos, notas, saben nuestros movimientos. Me hicieron una video llamada donde me mostraban armas…El fiscal Edery me dijo que están investigando y por 48 horas me pusieron un móvil en la puerta del negocio.”
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Uno de los 13 impactos de ametralladora ingresó por una ventana y dio en el abdomen de la sobrina de Quintana quien se recupera en el Hospital de Niños Vilela. “Hace más de 40 años que vivimos en el barrio, todos nos conocen, saben dónde vivo. Ahora tuvimos que cambiar el lugar donde comemos, la cocina da a la calle y para evitar disparos, comemos en un cuartito de la casa. Esto no es vida. Pensé en cerrar, pero tengo que pagar la hipoteca con la que puse el negocio, nos la jugamos toda, no nos va mal, pero no somos millonarios.”
Varios locales, ante las amenazas terminaron arreglando el pago bajo amenazas, pero los vecinos están cansados de la inseguridad que vine en barrio Alvear, por eso, el miércoles a las 18 harán una convocatoria en Av. Francia y Dr. Riva en apoyo a la familia Quintana.
“Cómo puede ser que vivamos con esta inseguridad en Rosario, todos los días algo nuevo. Dijeron que mandaban más fuerzas federales y gendarmes, pero el barrio está igual de inseguro. Acá no pasa nadie. Después que balearon mi negocio fueron a otro de Bv. Avellaneda, pero no quisieron hacer la denuncia. Los amenazadores invocan que responden a los Cantero y estoy seguro que no son, es una banda que se quiere hacer cartel con ese banda. Nos quieren cobrar porque estamos en el barrio de ellos…una locura”, agregó el comerciante.
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En tanto, la directora del Hospital de Niños Vilela, Viviana Esquivel explicó que la sobrina de Quintana se encuentra internada en la sala de clínica quirúrgica del hospital. “Está bien, lúcida y hemodinámicamente estable. La herida de arma de fuego tenía orificio de entrada y salida en el flanco derecho de la cavidad abdominal. No presentó cuando ingresó un sangrado activo, no presentó compromiso en los órganos abdominales. El trayecto del proyectil fue a nivel subcutáneo por lo tanto sigue internada y vamos a ver la evolución en estos días”, explicó la doctora.
Las amenazas a los teléfonos de comercios de Rosario no son nuevas. Primero fueron los comerciantes del corredor de Av. Pellegrini, después locales del barrio Pichincha, ahora son los comerciantes de la calle Ayacucho, en zona sur y de Av Francia al 4000, en el suroeste de la ciudad. “No queremos que esta gente se salga con la suya. Quiero un país mejor para mis hijos. Pero está gente nos quitó la vida”, cerró Quintana.
AG CP