Acercamiento con el premier de Canadá

La Argentina participará el 8 y 9 de junio en Quebec de la próxima reunión del G7 en calidad de observador, luego de que el premier canadiense, Justin Trudeau, le trasladara la invitación en forma personal al presidente Mauricio Macri durante el encuentro que mantuvieron ambos en Lima. Desde el Gobierno se ocuparon de ponderar el convite como un nuevo signo del “regreso al mundo” de la Argentina, producto de la estrategia de aproximación de Cambiemos a las grandes potencias internacionales a lo largo de los últimos años.
Canadá y Argentina ocupan las presidencias temporales del Grupo de los Siete y el G20 hasta fin de 2018. En esa condición es que Macri es invitado a sumarse al reducto de la elite económica global como próximo organizador del foro de desarrollados y emergentes que pretendió reemplazar la voz única del club de poderosos, luego de la crisis de 2008. La cita de ambos gobernantes fue en el Centro de Convenciones de Lima, en el marco de la VIII Cumbre de las Américas, aunque ya se habían cruzado en enero pasado en ocasión del Foro Económico de Davos.
De acuerdo con participantes del encuentro, el diálogo también giró en torno a inversiones mineras y cuestiones comerciales como las exportaciones de carne vacuna y pollo a la par de las importaciones de cerdo desde Canadá. Argentina había anunciado en noviembre pasado que abriría el mercado a este tipo de carne, tres meses después que hiciera lo mismo con los cortes estadounidenses.
Pese a lo promocionado del anuncio, no hubo foto de Macri con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence. Fuentes de la delegación aludieron a problemas de agenda a partir de una postergación solicitada por el político norteamericano. Con quien sí tuvo un cara a cara fue con el senador por Florida, el republicano Marco Rubio. Pese a haber sido un duro rival de Donald Trump en las primarias estadounidenses, el legislador se convirtió en un actor influyente en lo que respecta a la política latinoamericana de la administración actual.