POLITICA
implant files: el negocio de los dispositivos medicos

Activan cambios en IOMA: comprarán prótesis a fabricantes, sin intermediarios

En medio de denuncias por sobornos y sobreprecios en la obra social, el gobierno de Vidal autorizó la creación de un nuevo registro de proveedores. Regirá desde febrero.

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Medicos y coimas. La investigación reveló que los cirujanos piden sobornos para operar con prótesis. | Cedoc Perfil

El gobierno de María Eugenia Vidal reconoció esta semana que implementará cambios en IOMA, la obra social de los trabajadores del Estado bonaerense. El jueves, el directorio de la institución autorizó la creación de un nuevo registro de proveedores de prótesis y decidió eliminar a las empresas intermediarias. Los cambios implican que la obra social bonaerense comenzaría a adquirir prótesis directamente de los fabricantes a partir de febrero, según explicó el presidente de la institución, Pablo Di Liscia.

El equipo argentino de Implant Files, una investigación global del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) sobre la industria de los dispositivos médicos, viene revelando denuncias de sobornos a médicos que trabajan para la obra social bonaerense y presuntos sobreprecios en la compra de prótesis traumatológicas.

Perfil, Infobae y La Nación publicaron una serie de audios en los que tres médicos que trabajan para IOMA exigen a proveedores de la obra social pagos de entre $ 18 mil y $ 25 mil por utilizar sus prótesis. Si los proveedores se niegan a pagar la coima, los médicos rechazan la prótesis y solicitan otra. Así consta también en una denuncia que presentó la diputada de Cambiemos Graciela Ocaña. Los sobornos a médicos, según las denuncias, se costearían con sobreprecios en las prótesis que paga IOMA.


El presidente de IOMA niega que existan sobreprecios, pero no niega estas prácticas entre médicos y proveedores.

“Ante esta problemática primero hay que corregir sobre los proveedores. Después (trataremos) la recomposición de los honorarios de los médicos”, aseguró Di Liscia. Una de las quejas de los cirujanos es que reciben escasos aranceles por las cirugías. “Venimos trabajando en esto desde marzo. Nuestro objetivo es que al comprar directamente a los fabricantes, IOMA pague un 20% menos de lo que está abonando hoy por las prótesis. También se va a aplicar a internación domiciliaria”, aseguró.

Los denunciantes también aseguraron que existe la cartelización entre proveedores de prótesis. “Hay que mejorar muchos mecanismos”, reconoce el funcionario. IOMA tiene 2 millones de afiliados en la provincia. En lo que va de 2018, la obra social ya adquirió unas 50 mil prótesis y estima que destinará este año $ 2.464 millones en este tipo de dispositivos médicos.

 

—Hay casos de fabricantes de prótesis a nivel mundial que han admitido el pago de sobornos a funcionarios y médicos, muchos de ellos operan en la Argentina, y con este nuevo sistema serán proveedores. ¿Cómo piensan evitar que se repita la maniobra?

—Vamos a firmar acuerdos de compliance (programas de cumplimiento ético), que impliquen que los contratos puedan ser auditados, y estamos buscando que los fabricantes se comprometan a cumplir.

Los funcionarios de IOMA vienen manteniendo reuniones con fabricantes nacionales e internacionales de prótesis, como Johnson & Johnson y Abbott. De acuerdo con la investigación de ICIJ, la primera informó que sus dispositivos médicos provocaron 99.179 efectos adversos en pacientes durante 2017. La segunda informó 69.007 efectos dañinos sobre los pacientes, de acuerdo con las cifras de la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos.

La industria sigue teniendo un gran problema de base a nivel mundial: los dispositivos no cuentan con el control exhaustivo de las autoridades oficiales. El equipo argentino detectó al menos 13 episodios en los cuales grandes compañías extranjeras debieron retirar o corregir sus dispositivos médicos en el mercado argentino porque se detectaron fallas con peligro de muerte para los pacientes, pero estos tal vez nunca lo supieron. Algunos de los productos incluso ingresaron al país a pesar de que ya habían saltado alertas en los Estados Unidos.