"Acá el problema es que hace mucho tiempo dejó de funcionar adecuadamente la justicia", dijo Marcos Aguinis este martes en "Palabra de Leuco", el ciclo que conduce Alfredo Leuco en TN, considerando que "en una novela hay permanente suspenso, no se sabe como termina la historia, y la Argentina ha vivido como un país de novela...". "Está en el Génesis la historia de Abraham cuando llegó a Sodoma y Gomorra, donde se cometían todos los delitos que se puedan imaginar, que Dios dice que va a destruirlas", señaló Aguinis, indicando que "asustado, Abraham le dijo a Dios que las perdone por los justos que vivían ahí, pero como casi no había justos, esa noche cayó una lluvia de fuego y azufre y destruy{o las dos ciudades. Esas historias están vinculadas con lo que nos pasa, y hasta el tango Cambalache, magnífico, que fue escrito en 1930, ese año clave, por el giro, por la vuelta de campana que hace la Argentina alejándose de la institucionalidad, porque empiezan los golpes de Estado, abriendo el camino al abismo que estamos transitando ahora", enfatizó Aguinis, considerando que el camino para superar esta realidad "será muy largo y llevará mucho tiempo".
"En esta Argentina de la truchada cuando en la Argentina se comete un delito no hay sanción y entonces eso es como una invitación a repetir la truchadao hay justicia, y entonces todo el país se parece a 'Cambalache', el tango de Discepolo... Por eso de que'el que no roba es un gil', el argentino tiene que robar, porque si no está destinado a ser objeto de burla. Es tremenda definición...", indicó el escritor, que mencionó también el mito de Sísifo y la roca que debía levantar cuesta arriba, para llegar a la cima y tener que volver a empezar. El mito de Sísifo no cuenta como termina la historia, pero dice que es una condena, y es lo que nos pasa a los argentinos, condenados a levantar la roca, los que nos esforzamos claro, pero otra vez vuelve a caer la roca y a empezar de nuevo...".
"Como no funciona la justicia, no hay sanción a los delitos", reiteró Aguinis, señalando que "los argentinos comenzamos a portarnos bien en las cosas cotidianas, en las cosas de las calles, solamente cuando tenemos gobiernos dictatoriales. Esto es horrible, pero solamente funcionamos con las dictaduras, en las dictaduras hay paz, hay seriedad, hay respeto... Hace poco vi un programa en el que se evocaba a Perón en 1947, a un año de haber tomado el poder, el decía vamos a ahorcar a los que no respeten la ley, lo decía Perón y su fuerza estaba vinculada con esa mano fuerte, pero los argentinos hace algunas décadas decidimos terminar con las dictaduras y vivir en democracia, pero la democracia solo funciona cuando las instituciones son rigurosas, son vigentes... Por ejemplo una institución es el Presidente de la República, y acá un individuo (D'Elía) dijo que al Presidente hay que fusilarlo en Plaza de Mayo, y los políticos, los partidos políticos, el Congreso, nadie dijo una palabra. Algunos dicen fue un chiste una metáfora, pero los argentinos somos responsables de haber permitido todo esto y estamos validando la truchada, empujándola, ayudándola a que se reproduzca". Agregando que "si se decidiera condenar lo que pasó con la joven policía Lourdes o lo que dijo D'Elía, nos encontramos conque habría mucha gente en contra, eso muestra los problemas que tenemos".
Finalmente se preguntó "¿cuando hablamos de educación, qué educación buscamos, que reclamamos, que enseñe 2 más 2 es 4? Acá lo que necesitamos no es saber esa cuenta, nos faltan valores, y no hace falta ir a la escuela para incorporar valores, tienen que estar en todos lados, tienen que surgir de la casa...".