El presidente Alberto Fernández volvió a insistir este sábado 1 de febrero en que en la reunión que mantuvo con el papa Francisco "el tema del aborto no se abordó" y señaló que un colaborador del Sumo Pontífice ratificó la postura contraria de la Iglesia respecto a la interrupción del embarazo "para fijar soberanía".
"Con el Papa el tema del aborto no se abordó. El secretario de Estado (Pietro Parolin) hizo una mención al pasar sobre cuál es la posición de la Iglesia, que todos conocemos. La escuché y seguimos hablando de otra cosa. Todos saben cuál es mi posición, que no es en contra de la Iglesia", sostuvo el mandatario. En diálogo con Radio 10, el jefe de Estado consideró que el objetivo de Parolin al referirse al tema fue "para fijar soberanía".
"Con el Papa ese tema ni lo rocé, así que no hubo ninguna discordancia. No hablamos de esos temas con el Papa. Hablamos básicamente de los problemas que nos preocupan como argentinos y de ver el modo en que él, como Papa, puede ayudarnos. Yo ya sé que piensa la Iglesia", remarcó Fernández, ratificando que a su entender el tema de la interrupción del embarazo se trata de "una cuestión de salud pública".
En cambio, el Presidente destacó que hablaron sobre la situación económica y social del país y señaló que el Sumo Pontífice "está muy al tanto de todo lo que pasa". "Pudimos hablar de todo lo que pasa en la Argentina. Yo valoro su opinión", añadió Alberto Fernández, quien se definió como "un católico que fue muy crítico de la Iglesia, porque la vio alejada de los pobres y los marginados".
Respecto a la figura del Santo Padre, reiteró que "es un líder moral y ético enorme" por el cual tiene "una gran admiración". Consultado sobre la posibilidad de una visita de Francisco a la Argentina, el Presidente manifestó: "Siempre le digo que los argentinos lo esperamos con toda la alegría que supone recibir a un Papa argentino. Además, a este Papa, que ha vuelto a comprometer a la Iglesia con los sectores más humildes".
"Él sabe que está siempre invitado, no necesita pedir permiso, porque es su casa", concluyó. El encuentro con el Sumo Pontífice se llevó a cabo el pasado viernes en la Biblioteca del Vaticano y duró 44 minutos.
Sobre la designación de Mauricio Macri, como titular de la Fundación FIFA, Fernández sostuvo "tengo opinión, pero la guardo para mí", y sobre la deuda de la provincia de Buenos Aires, aseguró estar "preocupado", aunque consideró que se debe "tener paciencia porque cada uno juega sus cartas y el gobernador Axel Kicillof está moviéndose correctamente".
"Son problemas que tienen que resolver básicamente las provincias, pero eso no quiere decir que a mí no me preocupe", indicó Alberto Fernández, enfatizando que "la dificultad que tiene Axel (Kicillof) para hacer frente a esto es el estado calamitoso en que quedaron las deudas públicas de la provincia de Buenos Aires".
"Lo que ha pasado es que muchas provincias se han endeudado en dólares y han generado deudas que les cuesta mucho sostener", recalcó, "no es sólo la provincia de Buenos Aires, sino también otras como Córdoba, Mendoza, Chubut, Tierra del Fuego", precisando que está "en permanente contacto" con Kicillof.
En ese sentido, subrayó que se debe "esperar hasta que esto se dirima" porque "los acreedores presionan porque quieren cobrar todo y rápido". "Tienen que entender que la provincia de Buenos aires ha quedado en una situación de quebranto profundo y el Estado nacional no puede andar socorriendo a todas las provincias porque tampoco puede hacer frente a sus obligaciones. Éso es lo que tienen que entender. Y Axel (Kicillof) sólo está pidiendo tiempo", remarcó el Presidente.
Con relación a la aprobación en el Congreso de la renegociación de la deuda, analizó: "Es un gesto de madurez de la clase política argentina porque todos saben lo que ha pasado".
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