Mientras deberá enfrentar un pedido de juicio político de parte del Gobierno, el juez federal Alejo Ramos Padilla, titular del juzgado de Dolores, ya se encuentra en el Tribunal Federal Nº1 de La Plata, en donde está primero en orden de mérito para ocuparlo.
“No me preocupa la denuncia del Gobierno, ahora estoy enfocado en el concurso”, afirmó ante los medios minutos antes de entrar al edificio. Aquel tribunal es de vital importancia en la zona, por tener a su cargo la pata jurídica de las elecciones bonaerenses, recibiendo todas las denuncias por fraude o por cualquier tema que pudiese surgir en el distrito que más votos aporta en el país.
Esto toma aun más relevancia ya que, en la provincia, es probable que María Eugenia Vidal tenga una fuerte oposición del peronismo en los comicios de octubre.
El puesto que podría ocupar el magistrado está vacante desde 2014 y, en el examen, Ramos Padilla sacó la calificación más alta, con 183,50 puntos. Consultadas por PERFIL, fuentes del organismo destacaron que este rendimiento "fue brillante e impecable", algo que sostenían inclusive antes de que comience el escándalo por el supuesto espionaje llevado a cabo por Marcelo D’Alessio, en connivencia con periodistas, organismos gubernamentales y el fiscal del caso de los cuadernos, Carlos Stornelli.
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Junto a él, 84 postulantes se lanzaron al concurso que ahora lo ubica en primer lugar. Y en la instancia actual sólo nueve candidatos fueron preseleccionados.
Esta mañana, cuando Ramos Padilla llegó a la ciudad platense, diversos organismos de Derechos Humanos se acercaron al Tribunal para darle su apoyo, inclusive parte de la línea fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, que ayer estuvo en el centro de la escena por las marchas en memoria y repudio del golpe del 24 de marzo de 1976. De hecho, el magistrado acompañó la movilización, que concluyó con un acto en el que habló Estela de Carlotto.
La cercanía del juez con estas agrupaciones, principalmente Justicia Legítima, y su exposición en el Congreso ante diputados opositores sobre el caso D’Alessio, fueron los motivos de alarma en el Gobierno para solicitar su inmediato desplazamiento.
Voces oficiales confesaron ante este medio que el pedido de juicio político no tiene “unanimidad ni en el oficialismo, y la oposición desde ya que no lo va a apoyar”. Y agregaron que “fue torpe y excesivo. Innecesario”.
FeFi CP