La huelga de choferes de ómnibus convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en reclamo de mejoras salariales provocaba hoy la paralización total de ese servicio público en todo el país, por lo cual el Gobierno anunció que "multará" a las empresas de micros y calificó de "vergüenza" a la medida de fuerza.
A raíz de la huelga, un grupo de pasajeros cortaba esta tarde un carril de la avenida Antártida Argentina, frente a la terminal de ómnibus del barrio porteño de Retiro, en protesta por el paro que realizaba la UTA y dejó varados a miles de personas que se disponían a viajar a distintos puntos de la Argentina.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, fue el encargado de expresar la postura del Gobierno nacional respecto al conflicto.
"No se justifica la posición de los empresarios como así tampoco de los dirigentes sindicales", apuntó Randazzo sobre el paro, y manifestó que se aplicará "la mayor multa" a las compañías de transporte de larga distancia.
Randazzo, quien hizo estas declaraciones en la Casa Rosada, cuestionó la medida de fuerza en medio de las vacaciones de invierno.
El funcionario, quien detalló que esta tarde el sector empresarial y la UTA mantenían conversaciones para tratar de solucionar el tema, subrayó que la huelga es "una verdadera vergüenza", porque "toma de rehenes a miles de argentinos".
Más temprano, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) advirtió que, a raíz del paro, "sancionará a las empresas por el incumplimiento del servicio".
Ante esta iniciativa oficial, la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi) rechazó "categóricamente" la advertencia de la CNRT.
"Nos sorprende completamente que desde la autoridad de control se esté diciendo que van a sancionar a las compañías. Las empresas no están cerrando ninguna boletería ni nada", afirmaron a DyN voceros de la Celadi.
Al respecto, explicaron que "hay un paro que afecta a toda la actividad; además de los choferes están parando los boleteros, los mecánicos, el personal de maestranza, todos los afiliados a la Unión Tranviarios Automotor (UTA)".
"Estamos recabando la información de los servicios incumplidos y se darán las sanciones correspondientes", afirmó el subgerente de CNRT, Alejandro Rusconi.
Durante una entrevista en radio Continental, Rusconi consideró que "los servicios se tienen que cumplir", porque "si acá hay una diferencia salarial, las que tienen que abonar son las empresas".
Rusconi, luego, se dirigió a la terminal de ómnibus de Retiro y fue increpado por algunos pasajeros.
"No nos avisaron nada, estuvimos toda la noche tirados en el piso. Yo ahora tendría que estar trabajando. Quién me paga esto", exclamó indignado un hombre, tras remarcar que anoche fueron cerrados los baños y apagada la calefacción en la terminal.
Rusconi, visiblemente nervioso, intentó darles explicaciones, mientras otro pasajero se quejó de que "no tienen ni un curandero, ni un médico" para atender eventuales problemas de salud de los usuarios, al tiempo que el funcionario prometía "sanciones" para las empresas de transporte.
Los usuarios se quejaron también por los excesivos precios que cobran en los bares de la terminal para desayunar o comer algún sandwich.
Por su parte, el secretario de prensa de la UTA, Mario Caligari, responsabilizó a los empresarios del sector por el paro "por tiempo indeterminado" y les pidió "jugar por el país".
"No tuvimos opción que continuar la medida de fuerza, esto no se inicia hoy, lleva seis meses" de negociaciones, justificó el gremialista.
La UTA reclama un aumento salarial de 24 por ciento retroactivo al 1 de enero pasado, mientras que los representantes de la Cámara Empresaria respondieron que podían pagar ese incremento sólo si no era remunerativo.
