La historia no siempre se repite como tragedia o como farsa. A diferencia de lo que ocurrió durante las oleadas migratorias de los siglos XIX y XX, los españoles que emigran huyendo de la crisis económica en la actualidad ya no eligen a la Argentina como destino favorito. A pesar de la debacle europea, los que hacen las valijas priorizan las oportunidades laborales y los beneficios comunitarios que ofrecen los países vecinos antes que la afinidad cultural con Latinoamérica.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España muestran que el flujo emigratorio va en franco ascenso desde que estalló la crisis. Sólo en el primer semestre de este año, 40.625 españoles marcharon al exterior, el 44,2% más que en el mismo período de 2011. En el ranking de nuevos horizontes, la Argentina no sólo se ubica detrás de los países europeos y los Estados Unidos, sino que también quedó relegada frente a latinoamericanos como Ecuador y Venezuela.
Los últimos números disponibles sobre destinos preferidos, correspondientes al año pasado, indican que sólo el 4,7% de los emigrantes españoles partieron hacia la Argentina: 2.931 personas sobre un total de 62.611. Por encima se ubican el Reino Unido (7.756), Francia (5.264), Estados Unidos (5.041), Alemania (4.408), Ecuador (4.182) y Venezuela (3.033). Ambos latinoamericanos superaron a la Argentina en los últimos meses de 2011: de enero a septiembre, este país había recibido mayor cantidad de españoles.