Los restos de Alberto Nisman, muerto el pasado 18 de enero en su departamento en circunstancias aún no esclarecidas, serán inhumados en el cementerio israelí de La Tablada luego de que la Justicia decidiera entregar el cuerpo porque no habrá una nueva autopsia. Al mismo tiempo, la jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fiscal, hará analizar nuevamente los resultados de la autopsia.
Arroyo Salgado le notificó a la fiscal Viviana Fein que, a su entender, no se necesita la realización de otro análisis tanatológico. No obstante, auditará el informe del cadáver con un equipo de peritos liderado por el reconocido forense Osvaldo Raffo, según consignó La Nación.
La intención de la familia de Nisman, explicaron fuentes con acceso al expediente, es que el equipo liderado por Raffo analice y saque conclusiones de la autopsia por medio de fotos, videos e interconsultas con otros peritos. "Se advirtieron falencias en la autopsia y en la labor del equipo de criminalística que actuó en el lugar de los hechos. Pero para la querella no hace falta una segunda autopsia, sino que se pueden sacar las dudas con el estudio de la causa", afirmaron a La Nación los voceros consultados.
Según el matutino, la ex mujer de Nisman solicitó además la suspensión de los peritajes a los teléfonos celulares secuestrados en el departamento de Puerto Madero donde vivía su ex marido, hasta que presente un perito especializado.
Mientras tanto, la fiscal Viviana Fein, quien ratificó su competencia al frente de la investigación tras la devolución del expediente por parte de la jueza Fabiana Palmaghini, volvió ayer al edificio Le Parc de Puerto Madero, junto a la madre y la hermana del fiscal fallecido, para buscar documentación clave y las armas que Nisman tenía registradas a su nombre y que no se sabe dónde se encuentran.
El allanamiento fue pedido por Fein a Palmaghini, quien dispuso la entrega del cadáver a sus familiares, según informó un comunicado de la fiscalía criminal 45 a través de la página de la Procuración.