Dos de los catorce detenidos por los atentados al Cementerio de Recoleta y a la casa del juez federal Claudio Bonadio fueron excarcelados hoy, tras ser indagados por la justicia. En tanto que las otras doce personas involucradas seguirán presas acusados de los delitos de “asociación ilícita atenuada” e “intimidación pública”. Entre ellos está Anahí Esperanza Salcedo, la joven que atentó contra el mausoleo de Ramón Falcón -primer jefe de la Policía Federal-, quien permanece internada en grave estado en el hospital Fernández. A excepción de ella, todos los demás fueron indagados durante esta tarde por el juez Julián Ercolini, quien dictaminó la conexidad de las investigaciones por los dos hechos ocurridos con poca diferencia horaria, en el atardecer del miércoles último.
Los excarcelados son el tío de Marco Viola, el joven detenido luego de arrojar un artefacto de fabricación casera en el domicilio de Bonadio, en el barrio de Belgrano R, y una mujer que vivía en el conventillo de la calle Pavón. El lugar fue allanado la madrugada del jueves y allí se produjeron nueve de las detenciones del caso. A ese lugar se llegó por los dos primeros detenidos por el ataque al Cementerio de Recoleta: Salcedo y su pareja, Hugo Rodríguez. Una vez en el domicilio del barrio de San Cristóbal, la policía tomó conocimiento, a través del relato de un vecino, que Viola, también había sido visto allí. Ese fue el primer elemento para que los atentados se investigaran en conjunto.
El domicilio de la calle Pavón es una construcción sin divisiones, excepto por una habitación en la que vivía la mujer excarcelada hoy, junto a sus cuatro hijos menores de edad. Tras ser indagada por la justicia se determinó que no tenía nada que ver con el caso. En tanto que la liberación del tío de Viola se decidió luego de que el propio joven lo deslindara de cualquier responsabilidad en el hecho sumado a que en el allanamiento a su casa de Villa Bosch no se encontraron elementos que lo comprometieran.
A excepción de ese comentario, Viola se negó a declarar, al igual que los restantes detenidos en el caso, según pudo saber PERFIL. Todos optaron por esa opción, aconsejados por sus abogados particulares.
Ayer, responsables del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA), de la Policía Federal, explicaron al juez Ercolini y al fiscal del caso, Jorge Di Lello, que los explosivos utilizados en ambos ataques eran precisos y realizados con la misma materia prima. La sospecha es que los dos artefactos se fabricaron en el conventillo de la calle Pavón. Aunque para la justicia por el momento sólo estos dos hechos están relacionados, la policía considera que los ataques tienen vinculación con otra serie de episodios anteriores. Sostienen que estarían vinculados con lo ocurrido en la presentación del documental de Florencia Kirchner sobre Santiago Maldonado y con el caso de la empresa Indra, en agosto de 2017, entre otros hechos.