"Nosotros hacemos una vida normal, tenemos un perfil súper bajo y es la primera vez que nos pasa algo así porque hacemos vida familiar y salimos poco. Seguro que hay un montón de gente que no está de acuerdo con nosotros, pero nunca nos han puteado. Los que se nos acercan es para tirar buena onda", decía Soledad Quereilhac, la esposa del viceministro de Economía Axel Kicillof luego de que toda la familia sufriera un escrache cuando volvía de unos días de descanso en Colonia, Uruguay, en un barco de la línea Buquebus.
Ese día había sido reconocido por al gunos pasajeros que le reclamaron por las restricciones cambiarias impuestas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y lo señalaron como uno de los responsable.
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