Los días pasan y no hay anuncios oficiales respecto de qué herramienta va a usar el Gobierno nacional para morigerar la situación salarial de los trabajadores formales de cara a fin de año. Mientras eso pasa y los gremios reciben de parte de la ministra de Trabajo Raquel "Kelly" Olmos la promesa de que "se está estudiando el tema", el kirchnerismo no cede en su presión por que se otorgue una suma fija. En el medio, los sueldos que cada vez duran menos.
En el escenario los principales afectados son los trabajadores del sector formal que vienen de 7 años de pérdida. Mientras que en el 2015 la Argentina se posicionaba a nivel regional con uno de los mejores promedios salariales de la región, el periodo macrista arrasó y los salarios cayeron 20 puntos a los que se suma la pérdida de dos puntos de la gestión Frente de Todos.
Sobre esa cuestión de fondo se juega un partido que tiene bandos bien definidos y que está en sintonía con la propia interna política que tiene la coalición de Gobierno.
Por un lado está el kirchnerismo y los sectores sindicales referenciados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional que lidera Pablo Moyano, uno de los integrantes de la conducción de la CGT. Ahí se resisten a que la Casa Rosada con el presidente Alberto Fernández se interponga y gane la pulseada en contra de una suma fija que quede incorporada a los salarios.
Kelly Olmos recibió a Pablo Moyano: pidió un bono de fin de año
El debate se da en público y todos los días cobra fuerza. "La manera de resolver esto es a través de la suma fija. No entiendo quién se puede oponer a un aumento para los que menos tienen", aseguró esta mañana el diputado nacional del Frente de Todos y secretario general de la CTA Hugo Yasky en Futurock.
En el mismo sentido de esa postura, que el viernes había sido manifestada públicamente por la vicepresidenta Cristina Kirchner en su discurso ante el Congreso de la UOM, se manifestó Hugo "Cachorro" Godoy.
El secretario general de la CTA Autónoma y de ATE cree que la medida debe ser anunciada lo antes posible. "Es una vergüenza el Gobierno siga postergando así una medida que no es para mañana, que debería haber salido ayer. La situación en la que estamos es inadmisible, hay un grado de insensibilidad muy grande", le dijo a PERFIL.
El bono y las paritarias
Por otro lado, el sector de los "gordos" de la CGT que integran Héctor Daer y Carlos Acuña junto a otros referentes del sindicalismo tradicional rechaza, en sintonía con el presidente, la idea de una suma fija que quede atada al salario. Entre los argumentos, sostienen que se perjudicará a las paritarias libres y que sólo impactará en los salarios más bajos.
En este sector defienden el "shock paritario" y están más cerca de la idea del bono por única vez. De todos modos, el debate no es tan lineal y tiene variantes y ribetes de fondo aunque está bien claro que es lo que no quieren.
"Estamos en contra de los decretos que dan sumas al salario y no se discuten en paritaria. Nosotros somos sindicatos de la formalidad y nuestro instrumento fundamental es la negociación paritaria, ahí es donde resolvemos nuestras mejoras salariales", dijo a PERFIL Sergio Romero, titular de la Unión de Docentes Argentinos (UDA) e integrante de la CGT.
Respecto de la idea del bono, a pagarse por única vez, la idea más aceptada por el Gobierno y la central obrera, el sindicalista consideró que "vendría a paliar un poco la difícil situación pero de ninguna manera tiene que ir en desmedro de la paritaria, sería la última instancia que tendríamos en cuenta".
La interna de fondo
Mientras se demoran los anuncios, desde el sindicalismo ponen presión al Gobierno. Y no sólo desde el kirchnerismo sino que también la propia CGT que insiste con su postura en contra de la suma fija. "Que no vaya a haber sorpresas", advirtió a este medio un sindicalista alineado a los "gordos", a pesar de que este viernes la ministra de Trabajo Raquel "Kelly" Olmos dijo en Radio Nacional que la suma fija "no nos parece lo más adecuado porque las paritarias están demostrando vigor".
Yasky, en tanto, alineado a la postura de la vicepresidenta, criticó esta mañana al presidente Alberto Fernández al afirmar que "está claro que hay un presidente de la Nación que obtura esta necesidad (de la suma fija)" y que el mandatario "es más sensible a la presión de un sector de la CGT".
El sindicalismo se lanza al juego con un nuevo espacio antigrieta y dialoguista
En la entrevista con este medio, en tanto, Godoy, de la CTA Autónoma, fue más allá: no sólo criticó al Presidente sino que también sumó al ministro de Economía Sergio Massa, que viene de ser respaldado por la Vicepresidenta el viernes pasado.
"Está claro que la responsabilidad en esto la tiene el presidente pero también el ministro de Economía. Son ellos los que siguen muy preocupadamente tomando medidas para favorecer a los sectores que más acrecientas sus ganancias y postergan a los trabajadores y trabajadoras", criticó.
Sobre la balanza también pesa la cercanía a las elecciones presidenciales del año que viene. Todos saben que el desempeño electoral del Frente de Todos no será el mejor y por eso están convencidos que hay que apuntar a los sectores que han sido más afectados por la inflación para recomponer sus salarios. Ahí, otro de los puntos por los que empujan la suma fija.
Así las cosas, los días pasan y crece la ansiedad en la política y el sindicalismo. Pero también en los trabajadores formales que lo único que esperan es que el salario no se coma la inflación sea con las paritarias, con un bono por única vez o una suma que quede atada.
AS / MCP