De cara a las elecciones y por los últimos reclamos de la clase media, lanzan más patrulleros y efectivos. También se trabaja dentro de las villas.
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Cedoc
Redacción de Perfil.com
El incremento de la inseguridad, el auge de la protesta social, los conflictos gremiales y la necesidad de garantizar la paz social de cara a las próximas elecciones de 2013 –clave para el cristinismo– revalorizaron el rol del Ministerio de Seguridad.
Aunque con la llegada de Berni, en marzo de este año, esa cartera tomó otra impronta, mucho más mediática incluso. El último cacerolazo (con el reclamo de seguridad en primer plano) mostró la necesidad de avanzar en la resolución de los problemas diarios que tienen los vecinos del área metropolitana que profundizan la conflictividad social.
Por eso, la idea es dar "sendación de seguridad" y que "todos los efectivos salgan a la calle", es decir, que se note mayor presencia de las fuerzas de seguridad. Un ejemplo: desde ayer, unos 400 gendarmes custodian los andenes más peligrosos del tren Samiento, donde viajan los sectores de menos recursos.
En el último mes, también se lanzaron 75 nuevos vehículos ploteados por el Ministerio de Seguridad a la vía pública en barrios como Palermo, Barrio Norte, Recoleta y Caballito. Se les sacaron autos a los funcionarios y a personal administrativo del Ministerio para que estén en la calle. No llegan a ser patrulleros, porque no tienen el mismo equipo, pero ayudan a dar la idea de que "el Estado está presente", ensayan fuentes del la cartera.
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