El presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, brindó este jueves 13 de junio un duro discurso sobre la politización de la Justicia en la inauguración las XXV Jornadas Científicas de la Magistratura Argentina en el Centro Cultural Kirchner. Allí alertó que los jueces "no solo deben ser independientes de intereses políticos, económicos y sectoriales e independientes del poder y de los poderosos".
Del acto participaron también el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán Garavano, el titular de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial (FAM), Ariel Ariza, el vicejefe de Gobierno porteño a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Diego Santilli, con la intervención más de 800 jueces argentinos y personalidades judiciales y académicas internacionales.
Allí, Rosenkrantz resaltó que "la democracia, constitución y república definen nuestro cometido institucional y por consiguiente nuestra virtud cardinal. El hecho de que nuestro cometido institucional sea claramente diferente al de los órganos políticos del estado y que debamos aplicar las leyes y controlar la constitucionalidad de los actos de gobierno determina que, en el panteón de las virtudes institucionales, deba figurar como dominante la virtud principal que nos permite juzgar con objetividad. Esa virtud es la independencia".
"No debemos olvidar que los jueces buscamos autoridad, no poder. El poder no nos ennoblece sino que mancilla nuestra investidura", señaló Rosenkrantz.
En ese sentido, recordó que "los jueces no solo debemos ser independientes de intereses políticos, económicos y sectoriales e independientes del poder y de los poderosos. También debemos actuar de acuerdo a la independencia más difícil de lograr: la independencia de nuestras propias convicciones políticas y valoraciones personales".
"Se ha dicho recientemente que los jueces hacen política y que por ello no tiene sentido exigirles ser independientes. Según esta manera de ver las cosas, la actividad judicial es la continuación de la política por otros medios. Y desde esta visión, dado que no hay una diferencia entre juzgar y hacer política, se formula una propuesta extrema y radicalizada: prescindir directamente del poder judicial y reemplazarlo por órganos políticos de representación popular", cuestionó el presidente de la Corte Suprema.
Para Carlos Rosenkrantz, "jueces y espionaje son dos extremos que no se llevan bien"
En tanto, consideró que esas propuestas "son inconstitucionales y anti-republicanas e irrazonables" porque "marchan en contra de nuestra historia y del desarrollo de nuestras instituciones. Desconocen que la democracia constitucional y republicana en la que a algunos les toca hacer las leyes y a otros aplicarlas es el modo que los argentinos hemos adoptado, después de experiencias históricas traumáticas, para hacer posible el auto-gobierno colectivo y la vida en común. La democracia constitucional y republicana exige distinguir entre juzgar y militar, entre aplicar el derecho y hacer política".
"En definitiva, es imperioso que nos alejemos todo lo posible de la concepción según la cual los jueces pueden hacer política. Y es imperioso hacerlo para que nuestros conciudadanos puedan recuperar la confianza de que, en el poder judicial argentino, es el derecho y no el poder el que anima nuestras decisiones. Solo así cumpliremos con la alta responsabilidad que se nos ha encomendado y solo cumpliendo con esa responsabilidad contribuiremos a que nuestro país esté mejor", concluyó.
DR/FeL