La justicia y los métodos de espionaje son "dos extremos" que "no se llevan bien" y no deberían estar relacionados, opinó el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, al ser consultado sobre la relación que deberían tener las investigaciones judiciales y los servicios de inteligencia. Lo dijo durante la entrevista exclusiva que brindó a Jorge Fontevecchia en su programa Periodismo Puro emitido el domingo por Net TV. Pragmático, el juez admitió que siente "sorpresa absolutamente ingrata" al ver casos de espionaje a los que son sometidos sus colegas.
—¿A quién le atribuye la responsabilidad de los casos de espionaje a los que usted y otros miembros de la Corte han sido expuestos?
—No tengo hipótesis, ni siquiera conjeturas. Fue una sorpresa absolutamente ingrata que haya gente que se anime a hacer lo que se hizo.
—Se mencionó que miembros de la Corte eran consumidores de informes de inteligencia paralelos, como los denunciados en la causa que se tramita en el juzgado de Dolores con el juez Ramos Padilla. ¿Le resulta verosímil algo así?
—No.
—¿Cuál es la relación entre la Secretaría de Inteligencia y la Corte?
—No debería haber ninguna relación.
—En el caso de los jueces de Comodoro Py, por su natural tarea, ¿debería haber alguna relación?
—Investigación e inteligencia son cosas totalmente distintas. Los jueces son encargados de investigar ciertos hechos, para lo cual requieren el auxilio de órganos profesionales capaces de contribuir a esa investigación, pero eso es diferente que hacer inteligencia. Los jueces y la inteligencia son dos extremos que no se llevan bien. Los jueces y la investigación tienen una natural consustanciación.