La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, volvió a la carga este martes con su avance contra los camaristas Eduardo Farah y Jorge Ballestero, quienes hace diez días votaron a favor de la liberación del empresario kirchnerista, Cristóbal López. Así se desprende de la ampliación de denuncia que la legisladora presentará ante el Consejo de la Magistratura, y a la que tuvo acceso PERFIL. Tal como había adelantado este diario el último sábado, Carrió apuntó a los posibles nexos de Jorge Mazzaglia, ex directivo del Casino de Puerto Madero con Cristóbal y el vínculo laboral que sus familiares tendrían con el juez Farah, y pidió que se tomen medidas para investigar en ese sentido.
En la presentación, que consta de cinco páginas, Carrió también se remontó a los antecedentes de denuncias que tuvo Ballestero y a los bienes personales que detenta, en pos de que se averigue un posible enriquecimiento ilícito. La referente de Cambiemos hizo referencia “a la llamativa declaración de bienes realizada por el magistrado el año pasado, y las cuestionadas circunstancias mediante las cuáles habría convocado personalmente al Dr. Farah para que suscribiera la resolución favorable al empresario Cristóbal López, me llevan a sospechar respecto de las verdaderas motivaciones de su decisorio”.
La participación de Farah en la votación que determinó la liberación de López y su socio Fabián De Sousa, despertó polémica y motivó un pedido de la Corte ante el Consejo de la Magistratura para que se investigue el tema. Farah es miembro de la Sala II y fue convocado para participar de la decisión de la Sala I, en la que Ballestero y Leopoldo Bruglia estaban empatados. La semana pasada, tras conocerse el pedido del máximo tribunal, Ballestero presentó un descargo ante el Consejo, donde hizo un detallado informe sobre por qué se dio esa intervención de Farah.
En cuanto al posible vínculo de Farah con Mazzaglia, Carrió pidió que “se dispongan las medidas a fin de determinar si familiares de ex directivos del Casino Puerto Madero, cumplen funciones para el Juez Eduardo Farah y/u otro juez de la misma Sala I”.
PERFIL explicó el sábado, que no fue el paso de Mazzaglia por el casino lo que despertó mayores suspicacias, sino su vínculo con Javier Fernández, auditor general de la Nación, de quien es amigo íntimo y abogado. Fernández es un hombre de peso en Comodoro Py, donde se le atribuye mucha influencia, en especial desde los años del kirchnerismo, donde fue considerado uno de sus principales operadores judiciales. Además, dos hijos de Mazzaglia, están nombrados bajo las órdenes de Farah.
Consultado por este diario, Mazzaglia padre negó toda vinculación con el caso y aclaró que fue directivo del casino hasta 2003, cuando lo conducía un grupo español. “Están buscando una relación extraña y meten a mis hijos, que son empleados”, expresó, a la vez que aclaró que solo lo vio una vez a Cristóbal, en un cocktail hace cuatro años.