La sala I de la Cámara Federal confirmó este lunes el procesamiento de la ex presidenta Cristina Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, por presunto lavado de dinero a raíz del alquiler de plazas hoteleras a través de la firma Hotesur.
La decisión, que también alcanza al empresario Lázaro Báez; la hija de Alicia Kirchner, Romina Mercado; Osvaldo Sanfelice, entre otros acusados; deja a la expresidenta muy cerca del juicio oral.
Según publicó Clarín, los camaristas Leopoldo Bruglia, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi (recientemente nombrado en el tribunal), confirmaron la decisión del juez Julián Ercolini quien había procesado a la exmandataria y el resto de los acusados como responsables de actividades ilícitas de blanqueo agravadas por actuar en banda, en la causa donde se investigaron las operaciones de Hotesur SA, empresa dueña del hotel Alto Calafate. Los jueces también dieron lugar a los embargos por 800 millones de pesos que recaen los imputados.
Según detallaron los fiscales de la causa, Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, el procedimiento ilegal que habría desarrollado la entonces familia presidencial se hizo en cuatro etapas: compraron hoteles con dinero de empresarios ligados a negocios con el Estado. Se armaron empresas para manejar los fondos. Se canalizó a través de los hoteles la plata negra de la corrupción de la obra pública. Y luego se tomó el dinero de los hoteles para regresarlo a la riqueza familiar.
La Corte confirmó el embargo a Flor Kirchner por U$S 6 millones.
En este sentido, la hipótesis que se investigó es que los ex presidentes y sus hijos recibieron dinero "a través del negocio hotelero bajo cierta apariencia de legitimidad", lo que, según Ercolini, les aseguraba poder declarar esos fondos ante la Oficina Anticorrupción y ante el fisco "ocultando su verdadero origen" supuestamente ilícito. Estas transferencias incluirían los 4,6 millones de dólares que Florencia Kirchner tenía en el banco Galicía y que fueron embargados hace dos años.
La acusación detalla la supuesta maniobra a través de la cual los Kirchner se hicieron de los fondos para comprar los hoteles y luego administrarlos, tarea que había sido cedida a una de las firmas de Báez, Valle Mitre SRL. La hipótesis de la investigación dice que fue Báez quien les prestó dinero para comprar los hoteles y también pagó un alquiler mensual para que Valle Mitre los explotara, como mecanismo para blanquear dinero proveniente de la obra pública que recibió el empresario.
Ercolini acusó a 20 de los involucrados de haber formado parte de "un complejo entramado societario" que se puso en marcha "para poner en circulación en el mercado parte de las ganancias obtenidas como consecuencia de la defraudación al Estado (la causa de obra pública)".
Según la causa, fueron un total de 86 millones que desembolsó Valle Mitre a Hotesur por el pago de cánones de alquiler de habitaciones de los distintos hoteles del matrimonio Kirchner: Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea.
La investigación logró determinar que los fondos que permitían que Valle Mitre pagara el alquiler de Hotesur provenían de la firma Austral Construcciones, propiedad del empresario kirchnerista y el principal contratista de la obra pública vial en ese momento. La empresa que administró los hoteles de los Kirchner registró ingresos por pagos de la constructora entre 2007 a 2015, por casi 71 millones de pesos.
Valle Mitre, a su vez, enviaba dinero a otras empresas del Grupo Austral (Kank y Costilla, Loscalzos y Del Curto, La Estación SA, Don Francisco) para que también alquilen habitaciones que no era utilizadas. Así habrían garantizado ingresos por más de 14 millones de pesos a la familia Kirchner.
F.F./M.S.