En medio de la tensión que hay por la transición, la presidenta Cristina Kirchner aseguró ayer que su espacio político no pondrá palos en la rueda a la administración del presidente electo Mauricio Macri. Prometió, en ese sentido, aportar “gobernabilidad”. “No le haremos (al nuevo gobierno) todo lo que nos hicieron a nosotros”, se despachó la Presidenta.
“Tenemos la inmensa responsabilidad de aportar gobernabilidad al país. Somos una fuerza política que no le vamos a hacer a un gobierno, aunque no sea de nuestro signo político, lo mismo que nos hicieron a nosotros”, dijo al inaugurar parte de la electrificación del tren Roca, que une La Plata con Buenos Aires. “La gobernabilidad no es que cuatro dirigentes se pongan de acuerdo, es volver a bajar todos los compañeros al territorio, a los barrios, a las fábricas”, precisó.
Aunque por las dudas aclaró a los militantes que se tendrán que ocupar de defender los derechos “logrados en estos doce años”. “Si hay que ir solos, iremos solos”, advirtió la jefa de Estado, en lo que puede significar un adelanto de la posición que tomará CFK si Macri adopta medidas que no estén en sintonía con el actual “modelo”.
Embanderada. Cristina, desde la estación ferroviaria quilmeña de Don Bosco, llamó a sus adherentes a “empuñar las banderas” si es que los dirigentes no los acompañan en la pelea. La mandataria se metió también en la interna del peronismo, cuando pidió no detenerse en cuestiones internas ni en quién tomará el mando del histórico partido tras la derrota electoral.
Además, identificó que hubo muchos traidores. Y dijo que los traidores son necesarios para poder detectar quiénes son “los leales”.
El acto lo compartió con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. La relación entre ellos está quebrada desde que ella decidió ungir a Daniel Scioli como candidato único a la presidencia y desde que el “Flaco” rechazó a cambio una propuesta de ir por la Gobernación de Buenos Aires. Ese vínculo no tiene retorno.
El último acto de Cristina Kirchner antes de dejar el poder será el miércoles en el Salón de los Bustos de la Casa Rosada. Allí descubrirá un busto en homenaje a su ex esposo, el ex presidente Néstor Kirchner. La ceremonia está prevista para las 18 y es posible que al lugar estén invitados gobernadores e intendentes, aunque todavía no fue confirmado oficialmente.
Ese día, Cristina Kirchner se despedirá de la militancia que estará colmando los patios de la sede gubernamental y la Plaza de Mayo. La convocatoria fue hecha por La Cámpora, que también espera copar el Congreso al día siguiente, para seguir el traspaso de mando.