La Presidenta se mostró feliz por el homenaje a la “abanderada de los humildes” y la comparó con un hada. Cómo surgió la idea. La inspiración del Che Guevara. Fotos.
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DyN.
“Esta va a ser para todos, al menos para mí, una noche absolutamente inolvidable”. Así comenzó el acto de conmemoración. Seguramente, lo sería para quienes recordaron un nuevo aniversario de la muerte de uno de los referentes del movimiento peronista de todas las décadas: Eva Duarte de Perón. Y también para quienes se acercaron a presenciar la inauguración de la megaimagen que el Gobierno nacional instaló en el ex edificio de Obras Públicas, en el que hoy funcionan el Ministerio de Salud y el de Desarrollo Social.
Eva Duarte es un ícono, y no caben dudas de ello. Su multifacética figura se adapta a todo tipo de mensajes: políticos, sociales, de moda, artísticos. Su imagen ha sido intervenida de mil maneras, aunque jamás como si fuera un personaje de ficción casi infantil.
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“No es solamente una representación política, Eva Perón es un auténtico ícono histórico y cultural de todos los argentinos”, sostuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante la inauguración.
El hada peronista. La admiración de la presidenta por Eva Duarte de Perón viene de hace tiempo. De hecho, fue reconocida como la Mujer del Bicentenario en 2010 durante los actos por el Día Internacional de la Mujer. Ese mismo día, el Gobierno presentó el modelo de lo que es hoy un homenaje por demás visible en plena 9 de Julio.
La idea del homenaje había surgido algo antes. Según confió Fernández de Kirchner, la voluntad de homenajear a Evita comenzó durante un viaje a Cuba, en enero de 2009 en la Plaza de la Revolución, frente al relieve escultórico con el que se recuerda a Ernesto “Che” Guevara en la isla.
“¿Cómo es posible que una sociedad homenajee a un hombre que no es de su país y nosotros no tengamos un homenaje a una mujer que significó no solamente el ingreso de las mujeres a la política argentina, sino también que asumió la representación del pueblo y de la Patria con más pasión y amor que nadie?”, se preguntó la mandataria.
En función de ello, el Gobierno nacional instaló un mural en una de las fachadas del histórico edificio que, durante la noche, se iluminará con colores ocre, azul y blanco, por pedido de la jefa de Estado. Estos tonos representan el sol de la bandera, mientras que la franja inferior simula "la bandera de la Patria". En él, se ve a la típica imagen de Eva Duarte reproducida en el libro “La razón de mi vida”, mirando hacia el sur de la Ciudad.
“La quise mirando al Sur, hacia las fábricas, hacia esos puentes donde, seguramente, miles de trabajadores cruzaban un 17 de octubre para liberar a Perón”, explicó CFK sobre la Eva que desglosó en dos: la benefactora y la política.
Para la Presidenta, hubo una “Evita que conocieron millones de trabajadores cuando creó los derechos más importantes para los niños, para los trabajadores, para los ancianos”. “Fue la Evita hada, fue la Evita dadora de dones y generosa”, comparó, en una llamativa metáfora con cualquier personaje de ficción.
“Esta Eva hada tenía que mirar hacia el Sur. Y también, la Eva profunda, la Eva política, la Eva combativa, la Eva que se envolvía en la bandera y ofrecía generosa su vida, consumiéndose”, agregó.
Sin embargo, la rara dicotomía conceptual deberá integrarse para convertirse en el símbolo de unidad buscado. “Que sea símbolo de unidad, que sea el símbolo de superar viejas antinomias y que desde la historia nos enseñe que es necesaria la unidad nacional, la unidad de todos los argentinos para lograr los grandes objetivos”, remarcó la Presidenta.
“Este ícono es para todos los argentinos, es también para la ciudad de Buenos Aires”, concluyó.
