Los cambios en el gabinete económico fueron tomados con alivio y entusiasmo por el staff de ministros de Mauricio Macri. En particular, gran parte de los funcionarios que debatían con Federico Sturzenegger por su política monetaria en el Banco Central se mostraron entusiasmados con el recambio.
“Era un caprichoso”, lo define, sin rodeos, uno de los funcionarios que hoy se sienta con Nicolás Dujovne como ministro coordinador. “Tenía las horas contadas, no tenía más resto ni en lo político ni en los mercados”, agrega otro funcionario con despacho en Balcarce 50. “Necesitábamos dar señales de cambio más contundentes, y este es definitivamente bueno”, concluye el ministro.
Según fuentes oficiales, el desembarco de Luis Caputo en el Central permitirá una “mejor interacción” entre la política fiscal y la monetaria. Es más: Sturzenegger solía ausentarse de las reuniones de los martes del board económico macrista, mientras cosechaba enemistades internas de manera creciente y fuertes discusiones con respecto al dólar, las Lebac y las intervenciones que debían realizarse.
En el Gobierno, además, aseguran que la “mesa política” que animan el jefe de Gabinete, Marcos Peña, con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el titular de Diputados, Emilio Monzó, y María Eugenia Vidal con Horacio Rodríguez Larreta, trabajó estos días para “empoderar” a Dujovne. De esto se habló en dos cumbres esta semana en Casa Rosada y en Olivos. Además, el jueves por la noche, con la decisión tomada, se habló de esto con el Presidente incluido. Acaso por ello la conferencia de prensa de ayer lo mostró solo a Dujovne y, a la vez, se le anexó la estructura de Finanzas. “Una sola ventanilla”, lo resumen en el Palacio de Hacienda.
A pesar de algunas reticencias internas, la idea de una voz oficial para hablar de economía ganó terreno en la mente de Macri, luego de pasar meses sin escuchar las recomendaciones de sus asesores.
Es más: en el caso de Sturzenegger, tanto el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, como Francisco Cabrera (Producción) venían criticando la política de altísimas tasas (40% promedio) que llevó adelante el Central. Macri confió en él, e incluso lo respetó siempre intelectualmente por encima de otros economistas de su staff, pero los resultados, y sobre todo el mercado, aceleraron la decisión.
Señales. Por ello la llegada de Toto Caputo promete calma, al menos, con el Palacio de Hacienda. El ahora titular de la entidad monetaria viene siendo uno de los funcionarios predilectos del Presidente. A él le adjudican haber salido rápido a los mercados en enero y manejar la estrategia financiera. Otras voces aseguran que la salida de Sturzenegger se había decidido hace semanas pero que mientras se negociaba con el FMI era una pésima señal desplazarlo de su cargo.
De todas maneras, con la suerte echada, para el gabinete macrista había un sentido de conducción muy personalista de parte del ahora saliente titular del Central que perjudicaba, según esta visión, la toma de decisiones. Macri le había dado alas para que avance. Y, hasta diciembre del año pasado, avaló su política monetaria.
El cambio en las metas de inflación pero, sobre todo, el intento de tutelarlo con Quintana y, luego, con Dujovne y Caputo sucumbieron. De hecho, el directorio de la entidad monetaria había decidido no intervenir esta semana en el precio del dólar bajo la argumentación de que la libre flotación formaba parte del acuerdo con el FMI. Una verdad a medias: las intervenciones debían ser puntuales siempre y cuando no generen una corrida.