En reserva, Nación, Ciudad y Provincia comenzaron a trabajar con la idea de cerrar una serie de estaciones intermedias de todas las líneas metropolitanas de tren – ya lo habían hecho con el subte -; mientras Horacio Rodríguez Larreta ya dispuso endurecer los controles del transporte porteño.
La clausura de una serie de estaciones de todas las líneas del FF.CC. fue materia de un diálogo ameno entre Mario Meoni, ministro de Transporte, y su par porteño, Juan José Méndez, hoy al mediodía, y continuó en las charlas reservadas entre funcionarios bonaerenses, porteños y nacionales durante todo el día. Con todo, la propuesta será consensuada entre Provincia y Ciudad y podría ser anunciada en las próximas horas. Será el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta, en conjunto, quienes tengan la última palabra al respecto.
Paralelamente, el Gobierno porteño se prepara para sostener la flexibilización de comercios no esenciales pero cambiará su estrategia con respecto a los controles en el tránsito y el transporte. “No pasó lo peor”, sigue siendo la consigna que manejan los funcionarios más cercanos a Larreta.
Con el pico de casos que alcanzó esta semana, en la Ciudad decidieron endurecer todo lo que supone no solo ingresos y egresos desde la Provincia de Buenos Aires, sino que volverán los retenes en avenidas y, sobre todo, en los accesos a las autopistas porteñas. Estarán a cargo de la Policía de la Ciudad y también colaborarán los agentes de tránsito.
Todo se dará en el marco del rearmado de los permisos de circulación, que serán dados de baja y volverán a otorgarse. Esta vez, será con una app nueva y con un código QR que cada persona deberá mostrar, tanto en el transporte público como en los vehículos particulares. “Se dieron permisos demás”, sintetizan las fuentes oficiales. Los permisos estarán a cargo exclusivamente de la Nación. Hasta ahora la Ciudad también había emitido los propios: casi un millón de personas lo tienen entre los porteños.
De hecho, para el transporte público se está analizando un sistema por el cual haya un semáforo con los colores verde y rojo para poder subirse al medio de transporte que hoy genera más preocupación: el tren.
Tanto en el subte (menos del 30% de un día común) como en los colectivos (donde se calcula que se ocupan un 80% de las sillas de cada unidad), la evaluación que realizaron en el GCBA es que no traerán problemas. Los últimos números que barajan en Nación indican que el jueves hubo 997.717 los usuarios que utilizaron trenes, subtes y colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires para trasladarse: un 24% del total que generalmente utiliza los medios de transporte.
Por lo pronto, se incrementarán los controles en las estaciones cabecera, con temperatura (como en el caso de Constitución) y obligatoriedad de circular con la autorización como personal esencial o exceptuado del aislamiento social.
En lo que refiere a los comercios, en la Ciudad no prevén nuevas flexibilizaciones. Ni peluquerías, ni calzado ni locales de indumentaria volverán a abrir. Por el contrario, por ahora intentarán sostener las aperturas que ya se dieron pero seguirá en análisis el tema.
Del comercio no esencial, según datos de 2019, hay 135.000 trabajadores que se trasladan, de los cuales el 56% vive en el conurbano y trabaja en la Ciudad. Por ello, apuntan en el larretismo, “se evitó sumar aquellas que tienen una fuerte dependencia del transporte público y los viajes interjurisdiccionales como son trabajadores domésticos o construcción, que cada una suma 180.000 en el primer caso y 240.000 en el segundo, donde el 80% viene del Conurbano”.
Las salidas recreativas con niños los fines de semana son un punto fuerte. En la semana, desde Provincia de Buenos Aires intentaron convencer a los funcionarios porteños para que las den de baja. Entre otros argumentos, porque generaron problemas con los intendentes y porque, además, consideraban que no era el momento. Hoy en la Ciudad, el ministro de Salud, Fernán Quirós, está convencido que, si bien hubo un buen balance del primer fin de semana y éste se espera que las salidas sean menores por el clima, tarde o temprano volverán a prohibirse. Ya se habla de que en junio se terminarán hasta que amaine la cantidad de contagiados. “Fue un respiro, un recreo, que le dimos a los porteños”, reflexionan en el equipo de Salud.
