Cristina Kirchner le encargó a su arquitecto predilecto, Pablo Grippo, que instalara un ascensor en su residencia de El Calafate para que su madre, Ofelia Wilhelm, se pudiera trasladar con facilidad en enero del año que viene dentro de la casa. Estará allí todo el mes.
La madre de la Presidenta, además de ser mayor, está siendo tratada con quimioterapia, porque fue operada del útero a principios de año, después de que se le practicara una biopsia. En agosto fue hospitalizada otra vez, porque se fracturó la cadera. Fuentes médicas explicaron que la quimioterapia le pudo haber debilitado los huesos, lo que le podría haber provocado la fractura luego de haber tenido una caída.
Para preparar la llegada de Ofelia, Cristina ordenó la instalación de un ascensor en el predio de 520 metros cuadrados que tiene en la villa turística. El costo de la obra, dependiendo del ascensor que se adquiera, oscila entre los 200 mil y los 300 mil pesos. El lugar en el mundo de Cristina tiene dos plantas. Es una casona en un sitio privilegiado diseñada, precisamente, por Grippo.
Según publicó Clarín, el mes pasado, la Presidenta favoreció a Grippo con la renovación de una millonaria concesión para realizar los viajes en crucero al glaciar Perito Moreno. De acuerdo a lo informado por el diario, a través de la empresa MatPatag, Grippo recaudaría US$ 300 mil por mes.
La mano de Grippo se puede observar en la ampliación del hotel Los Sauces, de la familia presidencial. También de los otros hoteles K, Las Dunas y Alto Calafate. Algunos de ellos están siendo investigados por la Justicia. El arquitecto, de 41 años, tiene varias sociedades comerciales, y su domicilio está en El Calafate. Grippo creó en 2007 la sociedad COMA SA, de negocios inmobiliarios. Luego se la vendió a la familia Kirchner, que la incluyó en su declaración jurada. Con esa sociedad, los Kirchner habrían adquirido alrededor de 11 mil metros cuadrados a valor fiscal de 7,5 pesos el metro cuadrado, cedidos por el ex jefe comunal Néstor Mendez. Ese fue uno de los puntos que se tocó en la causa por enriquecimiento ilícito, pero el matrimonio fue sobreseído en la Justicia, que ahora quiere reabrir la causa, tal como adelantó PERFIL.
Cristina suele viajar seguido a El Calafate. Se siente cómoda con el lugar y con los vecinos. Además, como la casa está alejada de la entrada principal, se aleja de los flashes de los fotógrafos. Allí descansa cada vez que tiene tiempo. Camina, lee los diarios, y no se desconecta: da directivas a sus ministros y funcionarios por teléfono. Incluso, a veces, utiliza la red social Twitter para opinar sobre notas que salen en los diarios. La Presidenta estuvo mucho tiempo sin pisar El Calafate después de que falleció ahí el ex presidente Néstor Kirchner. Ese hogar le traía tristes recuerdos de una madrugada catastrófica. Pero con el tiempo lo fue superando.
