La presidenta Cristina Fernández de Kirchner habló por cadena nacional durante más de una hora. Es el primero de este tipo que se emita en lo que va del año. Es también la primera aparición pública de la jefa de Estado desde que se conociera la noticia de la dudosa muerte del fiscal Alberto Nisman, que la había acusado, junto a otros funcionarios, de encubrimiento de la causa AMIA.
“Este es un lugar un tanto inusual para comunicarme con ustedes”, dijo la Presidenta mostrándose en silla de ruedas sin sentarse detrás de un escritorio, “pero bueno, contingencias de la salud y recomendaciones médicas me obligan a hacerlo de esta manera”.
“Desde el comienzo de nuestro gobierno, el presidente Néstor Kirchner habló de algo nuevo en Argentina, que era necesario cambiar”, sostuvo la Presidenta, para luego recordar que Kirchner afirmó que “ese cambio lo hacíamos además por voluntad popular, por comprensión histórica y por decisión política”.
“Creo que alguna de las características por esos tiempos fue la de abordar la impunidad en Argentina como uno de ese estigmas que arrastrábamos en la democracia. Combatir la impunidad se convirtió en uno de los pilares de este gobierno”, agregó Cristina.
“En aquel momento había dos hitos sobre la impunidad: el terrorismo de Estado, cuyos responsables no había sido ni juzgados ni condenados y estaban en libertad y los dos atentados del terrorismo internacional”, indicó la Presidenta para luego afirmar que “el compromiso de nuestros gobiernos fue combatir esa impunidad, porque para nosotros era imposible hablar de democracia en un país donde habían violado los derechos humanos de las personas”.
Cristina recordó que se derogaron las leyes de obediencia debida, de punto final, los indultos “y comenzar los juicios por lesa humanidad que nos convirtieron en un modelo a imitar en materia de derechos humanos en todo el mundo”.
Cristina recordó que, tras la anulación de todo lo actuado en la causa AMIA por parte de la Corte Suprema, “la Procuración General decidió crear unidad fiscal AMIA, designandose al señor fiscal doctor Alberto Nisman y al señor fiscal federal doctor Marcelo Antonio Burgos”, tras lo cual remarcó que “esta resolución la leo explícitamente porque he leído que al fiscal Nisman lo había designado el presidente Kirchner”.
Si bien, entre los que afirmaron que a Nisman lo designó Kirchner se encuentra el mismísimo jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, Cristina afirmó que “sólo un ignorante, o alguien con una mala intención manifiesta, puede decir semejante cosa”, dado que “solo la procuración general de la Nación, que no depende ni del poder Legislativo ni del Ejecutivo, puede nombrarlo”.
“Estuvimos seis años reclamando en la ONU, reclamándole a la República Islámica de Irán cooperación judicial para que el juez que tiene que tomarle declaración a los acusados y la causa saliera del estancamiento que teníamos”, recordó Cristina en lo que ella remarcó como “evidencia” de “la voluntad como pilar fundamental de esclarecer”.
”Ronald Noble, quien fue jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, aclaró cuál había sido la actitud del gobierno argentino. Aclaración que tal vez no hubiera sido necesaria, porque los únicos que pueden levantar alertas rojas son los jueces. Así y todo, en la Argentina hay que terminar aclarando lo obvio”, se despachó.
Luego, Cristina contó cómo comenzaron las negociaciones con Irán: “Lo cierto es que habíamos obtenido un principio de memorandum para que saliera de la parálisis porque desde el 2004 no se le podía tomar declaración a los acusados. Habíamos dado un salto cualitativo muy importante. Y allí fue que se desataron todos los demonios. Quién había manifestado que se le tomaran testimonios a los iraníes encabeza un pedido de inconstitucionalidad del acuerdo”.
“Acuerdo que fue facultado por el poder ejecutivo y rubricado por ley por el poder legislativo. No basta con que la presidenta firme un acuerdo, si el Congreso nacional lo rechaza ese acuerdo no tiene ninguna validez. Cuando se produce la firma, el acto se convierte en no judiciable. Sin embargo, se declara la inconstitucionalidad en segunda instancia. Porque también debo reconocer que el juez que lleva la causa, Canicoba Corral, declaró que no era inconstitucional y fue apelado por el doctor Nisman y ahí sí la cámara lo declaró inconstitucional”.
A partir de ese momento, para la mandataria, distintas facciones de la Secretaría de Inteligencia comenzaron a difundir “bombardear el acuerdo” con Irán. “Comienzan a sucederse con un ritmo de vértigo, con la complicidad de grupos de jueces, de fiscales, de denunciantes anónimos, periodistas, medios de desinformación, aparecieron denuncias con cuentas en el extranjero, cuentas en Suiza, todo tipo de denuncia contra esta Presidenta como nunca se ha visto en la democracia”, sentenció.
De la SIDE a la AFIN. Por eso, dijo que a la nueva cúpula de la SI la instruyó para “empezar a trabajar con un proyecto de reforma sobre el sistema de inteligencia argentino para transformar un sistema que no ha estado al servicio de los intereses nacionales”.
“Por eso, hay un proyecto de ley que acabo de enviar a la secretaría de Legal y Técnica para que sea encuadrada y será remitido al Congreso a partir del primero de febrero, que presenta, en primer término, la disolución de la Secretaría de Inteligencia. El cambio de nombre no modifica nada si no se modifican las prácticas”, informó la Presidenta para luego sostener que “se creará la Agencia Federal de Inteligencia, cuya conducción estará a cargo de un director general de un director y de un subdirector que requerirán acuerdo del senado para poder ejercer el cargo”.
Desde que ocurrió el hecho, el domingo 19 de enero, la mandataria (que continúa con reposo en la residencia presidencial de Olivos por una fractura de tobillo) sólo se refirió al caso en mensajes de su página de Facebook. Allí, primero planteó dudas sobre el “¿suicidio?” y luego aseguró estar “convencida” de que el funcionario judicial no se quitó la vida por decisión propia.
"La denuncia del fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno. Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del Fiscal después de acusar a la Presidenta", argumentó CFK.
“No les tengo miedo”. En su párrafo más enfático, en más de una hora de Cadena Nacional, la Presidenta mencionó la existencia de un grupo de “periodistas, fiscales, jueces, agentes y denunciadores anónimos”. A ellos, los interpeló de manera directa: “A mí no me van a extorsionar, que hagan las denuncias que quieran, yo no les tengo miedo, a mí no me van a hacer mover un centímetro de lo que siempre he pensado”.
Por último, la mandataria dijo que la Justicia se encuentra ante “un gran desafío, como cuando se produjo el asesinato de Mariano Ferreyra, que es posible enjuiciarlo y condenarlo en base a nuestro código penal, que es posible reconstruir la confianza de todos los argentinos en nuestro Poder Judicial”.
Marcha. A la misma hora que a la que está programado el mensaje de Cristina, se convocó a través de las redes sociales a una movilización a Plaza de Mayo para pedir justicia en el caso de la muerte del fiscal. Es la segunda marcha de este tipo después de la ocurrida el lunes pasado, cuando se conoció la noticia.