POLITICA
posicionamientos incómodos

Críticas o silencios entre los socios de JxC por el viaje de jueces, empresarios y funcionarios al Sur

Radicales y lilitos evitaron sumarse en un primer momento a las repercusiones del caso, porque consideraban que era una estrategia kirchnerista para embarrar el clima en la previa a la sentencia en el juicio de Vialidad. Ahora, algunos en la intimidad no ocultan su incomodidad con las revelaciones y otros directamente tildan el comportamiento de “frívolo”. Stolbizer planteó públicamente que D’Alessandro debía renunciar para no “entorpecer” la investigación.

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In fraganti. Los integrantes del vuelo privado al llegar al aeropuerto de Bariloche, imagen que consta en el expediente judicial. En la mira, Mahíques y D’Alessandro, del PRO, cuestionados. | cedoc

La reacción inicial fue no sumarse a la embestida oficialista contra jueces, empresarios y funcionarios que viajaron a Lago Escondido por considerar que se trataba de una estrategia para embarrar la cancha en el marco de la sentencia contra Cristina Kirchner por el juicio de Vialidad. Sin embargo, ya conocida la condena contra la vicepresidenta, desde Juntos por el Cambio comenzaron a surgir voces de dirigentes que no están dispuestos a hacer una defensa cerrada de los involucrados en el viaje de la polémica.

Eso incluye a funcionarios porteños, como el ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, o el fiscal general, Juan Bautista Mahíques, pero sobre todo también a los jueces que se habrían sumado a un viaje a la propiedad del magnate Joe Lewis por parte de directivos del Grupo Clarín. “Es increíble el nivel de frivolidad y tilinguería de los funcionarios públicos que fueron a Lago Escondido. Es catastrófico, sobre todo porque alimentan el relato conspiranoide de Cristina Kirchner”, resumió el jefe del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, en diálogo con PERFIL. El partido de Elisa Carrió fue siempre crítico del funcionamiento de sectores del Poder Judicial, incluso durante el gobierno de Cambiemos. “En algún momento, sin chicanas ni pasiones, será necesaria una nueva ley de ética pública moderna y seria, y funcionarios que entiendan que el decoro es indispensable para que la sociedad crea en el orden institucional, en la democracia y la justicia”, continuó López, quien de paso recordó que en agosto último presentaron un proyecto de reforma de la ley que había impulsado en su momento Mauricio Macri desde la Presidencia.

En el radicalismo, por su parte, tampoco hubo reacciones fuertes en defensa de los funcionarios del PRO, desde donde se fijó como respuesta que se trata de un espionaje ilegal y que, además, se había adulterado parte de los chats de Telegram que fueron motivo de comidillas políticas toda la semana. “No nos vas a escuchar ni leer salir fuerte con el tema”, adelantaba un dirigente del centenario partido. Algunos le apuntan directamente a D’Alessandro, otros a Mahiques, y están los que incluso creen que todo el caso surge como parte de peleas internas de sectores del PRO, sobre todo vinculados a la Inteligencia.

Patricia Bullrich, sin embargo, salió a bancar a D’Alessandro y criticó al kirchnerismo. “Dan vergüenza ajena los intentos desesperados del kirchnerismo para eludir a la justicia. Pero ni violando la ley podrán ocultar la realidad”, tuiteó al compartir el descargo del ministro porteño. “Salió a bancar, porque se llevan bien, pero no le gustan esas cosas”, explican cerca de Bullrich. E incluso destacan que fue con más contundencia que Rodríguez Larreta. De todas formas, aseguran que no utilizarán este caso para intentar sacar un rédito político en contra de su rival en la interna. A Juan Pablo Arenaza, por ejemplo, lo sondearon desde el kirchnerismo en la Legislatura porteña para ver si acompañaban los pedidos de juicio político que habían presentado. La respuesta fue un no rotundo.

Quien pidió una reacción más concreta fue Margarita Stolbizer, diputada del GEN y miembro del interbloque de JxC, para quien D’Alessandro debería dar un paso al costado y renunciar. “Cuando se está en esos lugares de privilegio o de poder, hay que facilitar una investigación y permaneciendo en esos lugares se puede entorpecer”, consideró en diálogo con Radio Perfil.