Dos sacerdotes cordobeses enviados por el Vaticano para realizar la investigación canónica por los abusos sexuales contra niños hipoacúsicos perpetrados en el Instituto Próvolo de Mendoza declararon este martes ante el fiscal que lleva adelante la causa.
Los sacerdotes Dante Simón y Juan Martínez prestaron declaración como testigos ante el fiscal Flavio D'amore, a cargo interinamente del expediente por licencia de su colega Gustavo Stroppiana.
"Hemos venido a investigar fundamental y únicamente la posible comisión de delitos de estos dos sacerdotes", dijo Simón en relación con los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, detenidos e imputados en la causa por abusos sexuales contra niños sordos.
"Teniendo en cuenta que la Iglesia considera uno de los delitos más graves cuando un clérigo o sacerdote abusa de un menor. El sacerdote por ser ciudadano, está siendo investigado por la Justicia del Estado de Mendoza y al ser clérigo, también lo investiga la Iglesia", precisó tras prestar declaración testimonial en la Fiscalía.
En declaraciones a Canal 9, Simón sostuvo que "ante la comisión de un delito por un sacerdote es doblemente investigado y doblemente juzgado". "Nosotros en este momento estamos haciendo lo que hace el fiscal que es recoger la información. Por eso hemos venido ahora a tratar de encontrarnos con las personas que posiblemente han sido damnificadas en relación a los dos sacerdotes", agregó.
Simón dijo que pudieron comunicarse con los sacerdotes imputados en la causa, pero no con los víctimas. "Nuestro cometido era principalmente escuchar a las personas que han sido posiblemente abusadas. Al llegar a Mendoza (la primera vez, a fines de marzo) lo primero que hicimos fue pedir el informe al arzobispado sobre todas las denuncias, pero el arzobispo respondió por escrito que no tenía ninguna", manifestó.
"Eso nos llevó a que nosotros pudiéramos hacer la investigación comenzando por otro lado, lo que no es ideal. Porque es importante y fundamental escuchar a las personas. Hemos venido por segunda vez a ver si logramos eso", agregó. Sin embargo, el abogado de las víctimas, Sergio Salinas, manifestó que las víctimas de abusos en el Instituto Próvolo no quieren entrevistarse con los enviados del Vaticano porque "no confían, se van a sentir revictimizadas".
"Lo que sí quieren es que informen. Desde el 2008 que vienen pidiendo que actúen", aseveró.
Los canonistas enviados por el Vaticano dijeron además que "no corresponde" que entrevisten a la monja japonesa Kosaka Kumiko, detenida y procesada bajo la acusación de ser quien seleccionaba y entregaba a los niños para ser sometidos a abusos sexuales, y también de participar de los vejámenes.
La justicia mendocina investiga al menos 27 denuncias contra los sacerdotes Corradi, de 82 años y con denuncias previas por el mismo delito perpetradas en una casa religiosa de Verona (Italia), y Corbacho, de 55, además de la monja Kumiko y tres empleados del instituto José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez.