Luego de que la Convención Nacional del radicalismo decidiera el lunes a la tarde suspender de manera preventiva a cuatro de los cinco diputados nacionales que se reunieron con Javier Milei y votaron a favor del veto a la ley de movilidad jubilatoria, varios referentes y dirigentes de la UCR salieron a criticar fuerte la decisión del “órgano legislativo” que lidera Facundo Manes y los cañones apuntaron también contra el presidente del partido, Martín Lousteau.
La Convención Nacional anunció la decisión a través de un comunicado, donde se sancionó a Mariano Campero (Tucumán), Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba) y Pablo Cervi (Neuquén). Todo esto por haber ayudado al Gobierno a vetar la ley, a pesar de que antes habían votado a favor del proyecto que aumentaba las jubilaciones.
Campero, fue el primero en responder a través de su cuenta de X: “Ante este jaque, ratifico que pocas veces en mi vida actué con tanta convicción, como cuando decidí blindar el equilibrio fiscal de este Gobierno. La defensa de las instituciones es dejar gobernar”.
Además, echó mano al pasado y aseguró que “a Alfonsín, a De la Rúa y a Macri no los dejaron gobernar. Con Alberto Fernández, que tuvo el peor índice de jubilaciones de los últimos 20 años, ningún kirchnerista dijo nada. Ningún kirchnerista. Y no estoy hablando solamente de los peronistas. También hay radicales kirchneristas”.
Siguió Campero, sin guardarse nada, y le recordó a Lousteau su pasado como ministro de Economía de Cristina Kirchner: “En Tucumán, jugué el ballotage con Milei. El 80% del radicalismo jugó con Massa. ¡Públicamente, el radicalismo jugó con Massa! Y una más: no son dueños del partido. No tienen derecho a expulsar a diputados votados por los ciudadanos en la boleta Bullrich-Petri. Los que hoy piden expulsiones quieren volver al país que dejó el kirchnerismo. El ministro de ‘la 125′ quiere una Argentina kirchnerista. No retrocedamos 20 años”, publicó el legislador en referencia a Martín Lousteau.
Rodrigo de Loredo, presidente del bloque de la UCR en Diputados, tampoco se quedó callado y tachó la medida de “irresponsable y selectiva”. Dijo que no era la primera vez que votaban distinto dentro del bloque y agregó: “No tiene ningún efecto directo sobre el Bloque de Diputados Nacionales de la UCR. Cualquier decisión sobre la conducta de los diputados que integran nuestro Bloque será tomada entre los pares, buscando siempre los consensos y sin posturas sesgadas dentro de un partido que incluye pluralidad de miradas”. Disimuladamente, De Loredo envía un doble mensaje.
Crece la tensión entre el Gobierno y las universidades: adelantan nuevas medidas de fuerza
Por un lado a la dirigencia del partido, pero por otro, pareciera decirle a la Convencional Radical que el bloque de legisladores lo va a manejar él.
Hernán Rossi, secretario general del órgano que preside Gastón Manes, llevó los casos al Tribunal Nacional de Ética del partido para que los evalúen, y no perdió tiempo en responder a las críticas. Apuntó directo a De Loredo: “Selectivo parece que sos vos, que te indignas porque aplicamos la Carta Orgánica, pero nada dijiste cuando los diputados del bloque del que sos presidente se sacaron la foto sonrientes en Casa Rosada tras revertir en términos ridículos su posición sobre la ley de movilidad jubilatoria”. Y cerró diciendo: “Si antes votamos divididos, es tiempo de dejar de hacerlo, recuperar nuestra identidad y volver a ser un partido”.
La respuesta de Alfredo Cornejo
Alfredo Cornejo, referente histórico de la UCR, gobernador de Mendoza, y uno de los mandatarios provinciales que mejor diálogo tiene con el oficialismo, también se metió en la polémica. Según él, lo que hizo la Convención Nacional parecía más una movida de “agrupación universitaria” que de un partido serio. “La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal. Le pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”, escribió en X.
Hernán Rossi y Luis Petri, sin filtro
Rossi no se quedó atrás y le contestó sin filtro: “Qué bajo concepto de las agrupaciones universitarias, viniendo vos de una. En cuanto a las sectas y a las purgas: ni las unas ni las otras: aplicación de la ley del partido que es la Carta Orgánica. A partir de ella se habla, se acuerda, se conversa, no después de pisotearla. Sería como defender la Constitución después de violar la Constitución”.
En el ida y vuelta se metió otro mendocino, el ministro de Defensa, Luis Petri, que el 10 de diciembre de 2023 se alió con el Gobierno junto a Patricia Bullrich. “Lo advertí”, dijo. “Se creen los dueños de la UCR. Una decisión cargada de intolerancia. ¿Van a echar y suspender a todos los que apoyan al Gobierno Nacional? En dos semanas con esta conducción nacional la UCR se queda sin afiliados. Los fracasos de la conducción nacional del radicalismo buscan ser tapados con linchamientos a quienes discrepan de ella”, escribió.
La respuesta de Luis Naidenoff desde Formosa
Otro que sumó su voz fue el exsenador formoseño de la UCR, Luis Naidenoff, que opinó que la decisión fue “desproporcionada e innecesaria”. “Nuestra responsabilidad es conducir el partido respetando las diferencias como viene ocurriendo en ambas cámaras en todo este tiempo. No hay pensamiento único en la UCR”, explicó.
Los cuatro diputados sancionados, junto a José Tournier (el quinto que votó a favor del veto, pero que no está afiliado a la UCR), fueron claves para que Milei pudiera sostener el veto a la ley de movilidad jubilatoria que había aprobado el Congreso por mayoría en ambas cámaras.
Leña al fuego
En junio, los cinco habían votado a favor del proyecto cuando la UCR lo impulsó, pero cambiaron de postura después de reunirse en la Casa Rosada con Javier Milei, llevados por Martín Menem.
Al día siguiente, votaron en contra de insistir con la ley, lo que impidió que la Cámara de Diputados alcanzara la mayoría de dos tercios que exige la Constitución para superar un veto presidencial. Para sumar leña al fuego, se supo que Milei invitó a los 87 diputados que le dieron el triunfo a un asado en la Quinta de Olivos.
NG/LT