Ayer, la peor pesadilla de Cristóbal López llegó a su fin. Antes de las cinco de la tarde, el poderoso empresario patagónico salió caminando por el portón principal de la cárcel de Ezeiza. Uno de sus abogados guardó, entre otras pertenencias, un ventilador de pie en el baúl del lujoso BMW blanco que lo llevó hasta Puerto Madero. Cristóbal les sonrió a los guardias que le abrieron la puerta. Con el pelo más largo, en remera y zapatillas, y cargando en dos cajas plásticas la ropa que usó durante su verano a la sombra, dejó la cárcel para encarar su estrategia en libertad.
Un par de horas después, encaró a los periodistas que lo esperaban en la puerta de su lujosa torre de Puerto Madero. Furioso y hablando ante los medios por primera vez, arremetió contra el juez Ercolini, a quien acusó de tenerlo “secuestrado”; contra Daniel Hadad, el anterior dueño de los medios de Indalo que señaló que fue obligado por el kirchnerismo a vender los medios bajo presión a López; y sin mencionarlo, también cuestionó al actual gobierno de Mauricio Macri: “todo lo que huele a Cristina Kirchner, hay que meterlo preso, el objetivo es Cristina ”, sentenció. Pese a su exponencial crecimiento patrimonial durante la década kirchnerista, intentó despegarse: “Los Kirchner no tienen amigos, ellos te ponen distancia siempre. Yo tenía más relación con Néstor, con Cristina no tenía relación”.
En medio de furibundo descargo, López dejó algunas precisiones que ya se venían barajando hacia el interior de su imperio, que incluye Oil Combustibles, medios de comunicación (C5N y Radio 10, entre otros), y otros gigantes, como Alcalis de la Patagonia y la constructora CPC.
“Los dueños de la compañía seguimos siendo Fabián de Sousa y yo”, aclaró y dejó un mensaje sobre Horacio Rosner, quien se presentó en los últimos meses como el nuevo propietario de Indalo: “Yo no le vendí a Rosner, lo pusimos de presidente de la compañía para capitalizarla”.
En el piso 29 de la torre Catalinas, donde el titular de OP tiene su búnker, negaban hasta ayer a la tarde el desembarco de López y De Sousa. En el piso 28, donde su ubican las gerencias de Indalo, ya intuían que con la salida de prisión, Cristóbal volvería a hacerse cargo de la compañía.
Desde el entorno del empresario patagónico no lo confirman, pero se rumorea que volverá a tomar las riendas de sus empresas. El cambio de carátula que dispuso ayer la Cámara Federal y que envió la causa hacia el fuero penal económico, le puede allanar el camino. Primero para resolver la millonaria deuda con la AFIP y después para vender sus empresas. Oil, que ayer dispuso a sus estaciones de servicio que puedan comprar combustible a otras compañías, está en la mira de uno de los empresarios cercanos al presidente Mauricio Macri.
En tanto, Daniel Vila avanzó en su interés para quedarse con los medios de comunicación. Primero, pidió que Indalo achique sus deudas, algo de lo que Cristóbal López ya se está ocupando.
Carrió: “Es un acuerdo de impunidad”
“Esto se trata de un acuerdo de impunidad, ahora entiendo algunas cosas que pasan en la AFIP”, escribió ayer desde su cuenta de Twitter la diputada y aliada del gobierno de Mauricio Macri, Elisa Carrió. Su descargo hizo referencia a la salida de prisión de Cristóbal López y al nombramiento de Leandro Cuccioli al frente de la AFIP, que le reclama unos 17 mil millones de pesos al dueño de Indalo por apropiarse del impuesto a los combustibles. Esta semana, La Nación publicó que en diciembre hubo una reunión entre Horacio Rosner, a quien López puso a cargo de la compañía, y Cuccioli. El titular de OP y el nombrado jefe de la AFIP compartieron el directorio de la empresa El Tejar, una offshore con sede en las Bahamas. En un principio, Cuccioli había dicho que se excusaría de tratar los temas referidos a Indalo, sin embargo, en las últimas horas trascendió que eso no iba a suceder. n
