En las últimas semanas, luego de que se conocieran las primeras decisiones adversas al fiscal Carlos Stornelli en torno de la causa D’Alessio, comenzaron las lecturas políticas nunca escindidas de lo que pasa en la Justicia federal. La confirmación del juez Alejo Ramos Padilla al frente del caso y el rechazo al planteo de la incompetencia territorial decididas por la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata alimentaron las versiones de que al fiscal “le habían soltado la mano”, como se repetía tanto en los tribunales de Comodoro Py como en distintos ámbitos del Ejecutivo.
“No le soltaron la mano porque nunca se la sostuvieron, lo cual es lo debido. Es lo que está bien”, sostuvo en diálogo con PERFIL Roberto Ribas, abogado defensor de Stornelli en la causa D’Alesso. “Nadie lo fue a ver, ni a pedir, ni a decir nada, y eso es lo que está bien”, agregó Ribas al tiempo que sostuvo que todo lo demás son “operaciones”.
Ribas, uno de los defensores más aguerridos de la Justicia penal, viajó el jueves a Dolores y volvió a tomar contacto con el expediente. Allí asegura que le sorprendió la cantidad de acusados de la investigación de los cuadernos de las coimas –el caso más sensible que lleva adelante Stornelli– que en Dolores están presentados como querellantes.
En Comodoro Py, desde hace varias semanas la visión compartida por la mayoría es que Stornelli debió haberse presentado a indagatoria. Al menos, coinciden, debió haberlo hecho luego de que la Cámara confirmara la competencia territorial. Gran parte de los consultados coinciden en lo incómodo de la situación en la que incluso el procurador interino, Eduardo Casal, tuvo que decidir la apertura de un sumario interno en su contra, para que se lo investigue puertas adentro del Ministerio Público Fiscal.
Tanto en la Justicia como en la política hay una visión compartida de que la falta de apoyo político y judicial a Stornelli tuvo sus orígenes en la investigación que lleva con los cuadernos de las coimas. “Tocó intereses muy grandes en el mundo empresarial y esos tipos se lo hicieron saber a la política, entonces para muchos Stornelli se volvió un tipo incómodo, que si se lo puede correr del caso, mejor”, explican. Otros creen que el fiscal nunca aceptaría un juicio abreviado, como esperarían parte de los involucrados en el caso y lo que sí piensan que podrían lograr si lo desplazaran.
Cuadernos. En medio de las versiones y contraversiones, la causa que se inició con los cuadernos con anotaciones del ex chofer Oscar Centeno busca avanzar hacia el juicio oral y público. Así lo pidió la Cámara de Apelaciones y se espera que el primer tramo esté elevado quizá antes de la feria de invierno. El pedido de elevación saldrá de la fiscalía rumbo al juzgado de Claudio Bonadio, quien tras dar por clausurada la instrucción correrá vistas a las partes. Así se pondrá un cierre a la investigación más grande de la historia de la corrupción local.
En el medio hay varios puntos a delimitar. El futuro de Stornelli es uno de ellos. La investigación en la Procuración llevará al menos dos meses y a partir de allí se abrirá un nuevo capítulo en la causa.