POLITICA
A una semana de las presidenciales

El Gobierno prefiere al "lulista" Haddad en Brasil, pero se acerca al "ultra" Bolsonaro

Por pedido de la Argentina, el equipo del ex militar mantuvo una reunión informal en la Embajada en Brasilia para hablar sobre el Mercosur y el vínculo bilateral. Expectativas.

Haddad (izq.) y Bolsonaro (der.). Macri observa atento el proceso eleccionario en Brasil.
Haddad (izq.) y Bolsonaro (der.). Macri observa atento el proceso eleccionario en Brasil. | Cedoc

A solo una semana de la elección presidencial en Brasil, el gobierno de Mauricio Macri se debate sobre a quién prefiere ver en el Planalto entre los candidatos con mayores chances de pasar al ballottage: se inclinan por la “previsibilidad” del ex alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, haciendo caso omiso a su ADN lulista, pero con suma discreción, y en paralelo, establecen contactos con su rival, el polémico ex militar Jair Bolsonaro, preocupados por "conocer sus ideas" sobre Argentina y el Mercosur. Y lo que descubrieron, al momento, los tranquilizó bastante.

Con su candidato aún convaleciente en el hospital por un cuchillazo en plena campaña –ayer le dieron el alta–, el equipo de Bolsonaro acudió a la Embajada argentina en Brasilia para participar de un encuentro informal. Los testigos lo describen como una foto poco habitual, con militares llenos de estrellas disertando sobre política exterior, aunque sumamente útil para tomar contacto con las ideas de un potencial presidente del que se desconocen sus principios en materia de integración.

Del informe posterior que llegó a Buenos Aires, surge que no habría intención alguna de un Bolsonaro presidente de salirse del Mercosur, ni de romper el vínculo comercial con la Argentina a quien consideran "el principal socio de Brasil bajo cualquier circunstancia", lo que generó cierto alivio en el Gobierno. En cambio, sí podría mutar, eventualmente, el eje de la cooperación bilateral porque el equipo de Bolsonaro hizo mucho hincapié en el campo de la Defensa, el combate a las drogas y el trabajo científico orientado a la seguridad.

A Fernando Haddad el macrismo lo conoce y lo ha tratado en el pasado cuando Macri era jefe de Gobierno porteño y el candidato del PT gobernaba la alcaldía de San Pablo

"Es imposible ver desde acá a cualquier elección en Brasil sin alterarse, nunca vamos a estar del todo tranquilos", explicó a PERFIL uno de los hombres del Ejecutivo que sigue con atención el capítulo electoral brasileño. Prefieren hablar de "ansias" más que de "preocupación". No obstante, reconoce que "hay una incertidumbre extra porque Bolsonaro es un personaje antisistema. La dialéctica en esta eleccion no es izquierda-derecha sino sistema-antisistema si bien me parece que esa preocupación se va mitigando con el tiempo", concluyó.

Repunte. El facazo que sufrió Bolsonaro pareció despertar cierta simpatía en Brasil por uno de los políticos más violentos en materia de ideas y discurso. Misógino, machista, racista y hasta golpista fueron algunos de los adjetivos que cosechó a lo largo de su carrera política tras abandonar el Ejército. De pronto, Bolsonaro empezó a despegarse en las encuestas y aunque hay quienes se ilusionan con que el 28 por ciento actual de intención de voto sea su techo, no faltan quienes piensen, en el gobierno, que una segunda vuelta ante el candidato lulista podría favorecerlo.

El candidato preferido del Gobierno argentino es Geraldo Alckmin. El problema es que apenas araña los dos dígitos en intención de voto.

A Haddad, por su parte, el macrismo lo conoce y lo ha tratado en el pasado cuando Macri era jefe de Gobierno porteño y el candidato del PT gobernaba la alcaldía de San Pablo. Sobran las fotos de encuentros entre ambos y de ahí que muchos en la Casa Rosada no oculten su “preferencia” por el hombre que corre segundo en las encuestas, con un 22 por ciento.

También es cierto que lo ven como una generación diferente a la de Lula, rodeado de referentes conocidos por sus ideas proregión y ninguno de ellos, en apariencia, anti-Argentina. Por supuesto, aclaran los internacionalistas de Cambiemos, "siempre está la posibilidad de que aparezca luego acompañado por un ultranacionalista o que Bolsonaro, de quien no se sabe casi nada, se revele como un estadista". A una semana, ganan los nervios en la Rosada.

Alckmin, el candidato favorito de la Rosada que no supera los 10 puntos

Ni el lulista Fernando Haddad, ni el ultra Jair Bolsonaro. El candidato favorito del gobierno nacional en la disputa brasileña era otro, el ex gobernador de San Pablo Geraldo Alckmin. El problema es que apenas araña los dos dígitos en intención de voto.

El presidente Mauricio Macri recibió al presidenciable del PSDB cuando se lanzó por el Planalto por segunda vez, en noviembre de 2016. La primera vez, diez años antes, había perdido en segunda vuelta con Lula da Silva. Para muchos, no solo es el favorito de Cambiemos sino la mejor opción para el "establishment" local y brasileño, por su perfil moderado y su experiencia de gestión. El otro hombre del cuño, el ex banquero y ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, no supera siquiera los tres puntos.

También el socialdemócrata Ciro Gómes, hoy en tercer lugar, es visto con entusiasmo por la Casa Rosada. Cuando estuvo en Argentina, en junio pasado, fue agasajado por agroempresarios y se reunió con la vicepresidenta Gabriela Michetti, además de entrevistarse con referentes de la oposición.

A su regreso de la ONU, el canciller Jorge Faurie ordenó una actualización diaria sobre el devenir de la campaña con papers y una videoconferencia por semana con el embajador en Brasilia, Carlos Magariños. Los atrapa una de las carreras presidenciales más inciertas en la historia del principal socio comercial de la Argentina.