"No hay dudas que el responsable de la mala praxis en la seguridad médica en la familia presidencial es el Dr Buonomo”, le aseguró a la agencia santacruceña OPI un médico de Río Gallegos que en la primera gestión de Néstor Kirchner mantuvo estrechos vínculos con el jefe de la Unidad Médica Presidencial (UMP), Luis Buonomo.
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner “estaba furiosa” y se encargó de dar las órdenes para que “se ponga en caja” a la UMP -apuntó la misma fuente-, por lo que podría ser desplazado el médico de la Presidenta de esa división, pero no sería echado, sino trasladado hacia alguna otra área del Gobierno, agregó OPI.
La mano derecha de Buonomo, Marcelo Ballesteros, también habría quedado en la cornisa. Fue él quien firmó el diagnóstico equivocado de la Presidenta.
A Buonomo lo complicarían dos traspiés profesionales. Por un lado, no haber ordenado más análisis sobre la tiroides de la mandataria que pudieran certificar o descartar la presencia de un tumor maligno, que el laboratorio privado Diagnóstico Maipú calificó como “altamente probable” pero nunca como algo totalmente seguro.
El segundo error de Buonomo, según el informe de OPI, habría sido el inducir cambios a los términos del parte médico que Alfredo Scoccimarro difundió y en el que se informaba claramente que la Presidenta padecía de un “carcinoma de tiroides”.
El médico de la Presidenta ya había quedado mal parado tras la muerte de Néstor Kirchner. El entorno familiar y político de Cristina cuestionó a Buonomo que no le advirtiera con más énfasis al fallecido ex Presidente que redujera su agenda y evitara tensiones para no empeorar su grave cuadro cardiovascular.
Desmentida. Desde el Gobierno, algunas fuentes indicaron que Buonomo no iba a dejar su cargo en la Unidad Médica Presidencial, aunque todavía no había surgido ninguna confirmación oficial desde el Ejecutivo.