Luego de 14 horas de debate, el Senado aprobó esta noche el proyecto de ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. La votación se definió con más holgura de lo que los discursos hacían esperar: 33 votos a favor, 27 en contra y tres abstenciones. Desde el radicalismo, a tono con el voto positivo, declinaron incluso pedir algunas modificaciones en el debate en particular, por lo que ambas votaciones se resolvieron en forma simultánea, sin modificaciones al texto que llegó de Diputados.
El momento más duro de la maratónica sesión fue el discurso del jefe del bloque K, Miguel Angel Pichetto, que acusó a la Iglesia de "anacrónica y troglodita" (agregó otros calificativos similares), relacionando a la senadora Negre de Alonso con "la Alemania nazi". Eso generó la respuesta de la puntana, entre lágrimas, y representó un curioso cierre para un debate en el que se hablaba de tolerancia y respeto.
En la sesión, llamaron la atención los cambios de posición de los oficialistas José Mayans (Formosa), Daniel Pérsico (San Luis), Luis Vianna (Misiones), mientras que el fueguino Colazo, que iba a votar en contra, finalmente lo hizo a favor.
En tanto la senadora rionegrina María Bongiorno, quien había asegurado que se opondría, anunció finalmente que se abstendría al momento de la votación, posición similar a la que adoptaron el chaqueño Fabio Biancalani y la chubutense Graciela Di Perna.
La sesión se inició a las 13.15 y de inmediato ingresó en una fuerte polémica entre los opositores que se sintieron agraviados por la decisión del presidente provisional del Senado, José Pampuro, de aprobar la impugnación de Miguel Pichetto que eliminó de la sesión el tratamiento del despacho a favor de la unión civil. Las quejas fueron resueltas enviando los cuestiones de privilegio a que sean estudiadas en la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El debate fue iniciado por la presidenta de la Comisión de Legislación General, la justicialista disidente Liliana Negre de Alonso, quien describió con números y un video el trabajo que afrontó de llevar las consultas al interior del país y fundó las críticas que le llevaron a promover la figura de unión civil, contrapuesta a la alternativa de matrimonio homosexual. La jujeña Liliana Fellner encabezó la lista de los oficialistas que respaldaron la iniciativa aprobada el 5 de junio en la Cámara de Diputados, a la que siguieron el cordobés Luis Juez, la tucumana Beatriz Rojkes de Alperovich, la chaqueña Elena Corregido y la fueguina María Díaz.
A continuación expusieron la catamarqueña Lucía Corpacci, el entrerriano Pedro Guastavino, la neuquina Nancy Parrilli, el radical santacruceño Alfredo Martínez y el oficialista Jorge Banicevich, el misionero Eduardo Torres, la entrerriana Blanca Osuna y el chubutense Marcelo Guinle.
También lo hicieron el porteño Samuel Cabanchik, la riojana Teresita Quintela, el santacruceño Nicolás Fernández, el radical correntino, Eugenio Nito Artaza, el neuquino Marcelo Fuentes y el bonaerense Eric Calcagno. Los oficialistas insistieron en identificar el proyecto como un avance hacia la igualación de derechos de sectores postergados y perseguidos.
A su vez, los que se pronunciaron contra el texto de Diputados, además de Negre de Alonso, Mayans, Pérsico y Vianna, fueron los radicales Mario Cimadevilla (Chubut), Arturo Vera (Entre Ríos) y José Cano (Tucumán). A estos se sumaron los oficialistas Adriana Bortolozzi (Formosa), Guillermo Jenefes (Jujuy), los justicialistas federales Sonia Escudero (Salta), Hilda González de Duhalde (Buenos Aires) y Roberto Basualdo (San Juan), el neuquino Horacio Lores y la correntina Josefina Meabe.
Anticiparon su oposición también el formoseño Luis Nadidenoff, la catamarqueño Blanca Monllau, la pampaena María Higonet, el sanjuanin o César Gioja y el mendocino Rodolfo Bermejo. Los opositores centraron sus críticas en la iniciativa que tiene el apoyo del Gobierno y resaltaron en marcar diferencias entre los matrimonios de heterosexuales y los de homosexuales, y que juzgaban muy positiva la iniciativa de unión civil, que contiene la mayor parte de los derechos reclamados por los sectores que piden el matrimonio.