María Eugenia Vidal lucha contra el torbellino desatado tras la salida de Fernando Niembro y busca recuperar terreno en el electorado bonaerense, pero a cuatro semanas de ir a las urnas lo hace sin su jefe de campaña, Jorge Macri, que dejó la intendencia de Vicente López para ir a ver el Mundial de Rugby.
Si bien el primo del candidato presidencial del PRO había solicitado licencia ante el Concejo Deliberante, que se lo aprobó, su viaje de ocio llamó la atención por concretarse en uno de los momentos más calientes del año para el macrismo bonaerense.
Es que el equipo que trabaja por la fórmula Vidal-Salvador debe enfrentar una remontada en las encuestas para recuperar el terreno que perdió tras la escandalosa salida de Fernando Niembro como primer candidato a diputado por la Provincia.
Además, el partido libra una doble batalla de campaña: mientras debe descontarle puntos al jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el crecimiento en las encuestas de Sergio Massa le tracciona votos al exgobernador Felipe Solá.
En tanto, los macristas enfrentan una pelea pública con los medios oficialistas, que se acrecentó la semana pasada, cuando el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires clausuró un estacionamiento del canal oficialista C5N. “No vamos a responder más a los carpetazos y a las descalificaciones”, anunció el partido.
Jorge Macri no se quedó para hacerle frente a esta situación. Las actividades quedaron en manos del legislador Federico Salvai, otro de los hombres fuertes del PRO en la Provincia junto al ministro de Gobierno, Emilio Monzó. “El viaje de Jorge ya estaba programado y hablado desde hace tiempo, no tuvimos que cambiar ni reprogramar nada”, explicó Salvai a este portal.
Perfil.com se comunicó con los voceros del intendente, que no respondieron a una decena de llamados y mensajes que este portal le envió durante la semana para explicar la situación.
El intendente se encuentra en Inglaterra desde el fin de semana pasado y regresará al país antes del lunes. Allí enfrentará las últimas tres semanas de la vital campaña bonaerense, que podría convertirse en el trampolín de Mauricio Macri a la presidencia o, por el contrario, en su salvavidas de plomo.
(*) De la redacción de Perfil.com.