Los amigos del campeón. Con esa frase inmortalizó Sergio Massa el éxodo de varios dirigentes del Frente Renovador. En total, desde que Sandro Guzmán (Escobar), pegó el portazo, fueron 13 los que decidieron cambiar de bando. La mayoría de ellos, hacia el Frente Para la Victoria (FPV). La última fue Mónica López. A 23 días de las elecciones nacionales, ¿habrá tiempo para alguno más?
La sangría fue de a poco, pero constante una vez que Massa empezó a caer en las encuestas. Por eso Guzmán decidió volver al kirchnerismo, lo mismo que Gustavo Posse (San Isidro) que acordó ir en la lista de Cambiemos, liderada por Mauricio Macri.
Luego llegó el turno de Darío Giustozzi (Almirante Brown), quizás el golpe más duro para Massa, ya que era uno de los precandidatos a gobernador por Buenos Aires y uno de los primeros en crear el "massismo".
En Merlo, Raúl Othacehé también se fue para pelear la interna con Gustavo Menéndez y perdió. Distinto final tuvo Húmberto Zúccaro (Pilar) que volvió al kirchnerismo, jugó la interna con José Molina y ganó por un puñado de votos. También el armador de campaña del tigrense, "Juanjo" Alvarez se fue enojado por su rol en el equipo y pasó a militar por Scioli.
Gabriel Katopodis, de San Martín, fue otro de los que huyó del Frente Renovador para jugar para el FPV, al igual que Carlos Oreste (Cnel. Pringles), Raúl Feito (Trenque Lauquen), José Eseverri (Olavarría) y el diputado provincial, Mariano San Pedro.
Quizás el caso más insólito haya sido el de Mario Das Neves (Chubut) que abandonó el massismo para estar en la boleta K como gobernador. Pero a último momento el espacio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo dejó afuera y debió ir con boleta corta. Ahora fue el turno de Mónica López. El próximo, ¿será su esposo Alberto Roberti jefe del bloque del FR en Diputados? El tiempo dirá.